Gabriel Rufián ha intervenido hoy en la sesión parlamentaria planteada para aprobar la prórroga del Estado de Alarma para comunicar que el Grupo Parlamentario de ERC se abstenía en la votación. Su intervenció, sin embargo, ha sido muy crítica con el Gobierno, y ha comunicado estar "más próxima al no que nunca". Para el portavoz republicano, la recentralización de competencias se ha demostrado ineficaz y tiene que volver a los organismos autonómicos de inmediato, para proceder a una desescalada del confinamiento asimétrica. Así mismo, también ha hecho una llamada a retomar el diálogo entre Gobierno y Generalitat, y retomar la mesa de negociación antes de junio.
Para Esquerra Republicana, España no cumple con ninguna de las condiciones de la Organización Mundial de la Salud para proceder al desconfinamiento. Su portavoz ha sido especialmente beligerante con la vuelta a sus puestos de los "trabajadores no esenciales". Rufián ha hablado de "perversa dicotomía" entre economía y salud. Sobre este asunto ha argumentado: "no tiene ningún sentido que, con miles de contagios cada día, no se pueda ir a un velatorio pero sí al trabajo en metro", para añadir posteriormente que sí que tiene un sentido: "que ustedes estén manejando con una mano los datos del virus y con la otra el teléfono de la patronal".
Tras las críticas en la materia de la gestión económica, el diputado de ERC también ha mostrado su desavinencia con las decisiones en materia política. Ha pedido el cese del mando único centralizado: "la recentralización agrava la situación", y ha puesto como ejemplo a Alemania y su baja cifra de fallecidos con una organización federal. Ha reclamado una desescalada del confinamiento asimétrica, en la que cada territorio pueda manejar mejos sus propias condiciones.
En materia económica, ha insistido en la importancia de no dejar a nadie atrás y prepararse para la situación económica que se avecina. Para Rufián "el coronavirus dejará más pobres que muertos", y ha instado al Ejecutivo español a que sea valiente y no deje nadie atrás, porque es en estos climas en los que se cae en " la tentación de escuchar a los Orbán, los Trump y los Abascal", es decir, a la extrema derecha.