El ex portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia, ha analizado y opinado sobre la libertad de expresión y la proliferación de bulos que llegan a ser muy graves en esta situación de crisis sanitaria. A cuenta de las ya conocidas declaraciones del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, en las que dijo que se trabaja en las redes sociales contra los bulos, el magistrado considera que “la libertad de expresión ampara opiniones subjetivas y críticas, pero no ampara el derecho a mentir”.
Uno de los más encendidos debates que ocupan la actualidad informativa en este Estado de Alarma activado para luchar contra la pandemia del coronavirus tiene que ver con derechos fundamentales recogidos en la Constitución como la Libertad de Expresión y con la proliferación de bulos. Algunas de estas informaciones falsas sobrepasan en muchas ocasiones la necesaria crítica política y suponen graves casos de desinformación que afectan a la salud de los ciudadanos y a la fortaleza democrática.
El magistrado Joaquim Bosh, autor, entre otros, del libro El secuestro de la Justicia y ex portavoz de Juezas y Jueces por la Democracia participó este martes en el coloquio telemático organizado por Eldiario.es donde abordó estos temas.
Para el juez “la libertad de expresión ampara opiniones subjetivas y las críticas, pero no ampara el derecho a mentir”. También recordó que “la Constitución ampara el derecho a difundir información veraz”. Pero el problema del texto Constitucional es que no hay protección “contra la mentira” según argumenta el jurista.
Y pone un ejemplo muy ilustrativo a cuenta de las famosas manifestaciones del 8 de marzo a la que la ultraderecha a puesto en el punto de mira y culpa de la extensión de la pandemia y de los fallecidos. Precisamente este miércoles, este ha sido nuevamente un tema recurrente en el Congreso de los Diputados.
Para Joaquim Boch, afirmar que “el 8M es el origen del contagio me parece una opinión disparatada y absurda, pero es una opinión”. Ese pensamiento está perfectamente dentro de los límites constitucionales de la Libertad de Expresión. Sin embargo, prosigue el magistrado “que alguien publique que antes del 8M hubo una reunión feminista en la que se acordó difundir el virus. Eso es un bulo tóxico, no una opinión, y ahí puede haber consecuencias jurídicas”.