Ante la terrible competencia internacional por la compra de material médico y sanitario, gobiernos de diversos paises han errado a la hora de aquirir estos equipamientos. El caso más reciente es el británico. Los respomsables en materia de sanidad del Ejecutivo presidido por Boris Johnson han informado de que ninguno de los 17,5 millones de tests anticuerpos es lo suficientemente fiable. Los tests han sido devueltos a China, donde fueron adquiridos, y han solicitado el rembolso del valor de la compra.
El responsable de tests de las autoridades sanitarias, John Newton, explicó que los tests adquiridos son solo capaces de detectar la enfermedad en pacientes "muy graves". Según explica el diario The Times, el doctor John Bell, profesor de Medicina de la Universidad de Oxford ha confirmado el mal funcionamiento de los tests. "Los que hemos comprobado no funcionan, lamentablemente. Hemos detectado falsos negativos y falsos positivos", ha comentado el experto.
Ahora, ante semejantes errores, el Gobierno británico ha decidido cambiar de estrategia, por miedo de volver a lanzarse al mercado internacional y dar un paso en falso que retrase aún más las tareas de detección. La intención para el gabinete de Johnson ahora es trabajar con otras compañías médicas para mejorar la eficacia de los test de anticuerpos. Sin embargo, Newton ya ha aclarado que hara falta "al menos un mes" hasta que den con un método eficaz para diagnosticar a la población.
Este contratiempo supone una importante traba en los planes emprendidos por el Ministro de Sanidad, Matt Hancock, a la hora de realizar diagnósticos masivos de anticuerpos entre la población. El Gobierno británico esperaba detectar a todos aquellos que hubieran pasado la enfermedad y así poder proceder a suavizar las medidas de desconfinamiento y tratar de reducir el impacto sobre la economía.