El presidente del país continental rompió con las recomendaciones de la OMS y reunió a cientos de personas frente Cuartel General del Ejército en Brasilia. Allí se proclamaron en contra de las medidas aprobadas por el Congreso para obligar al Gobierno central a compensar las pérdidas generadas por la caída de impuestos.
Brasil está sumergido en una crisis política que enfrenta al presidente, Jair Bolsonaro, con diversas autoridades y legisladores de todo el país. Esta semana, rompiendo con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de evitar las aglomeraciones, el mandatario brasilero encabezó una marcha para promover la "intervención militar".
Subido en lo de alto de una furgoneta, Bolsonaro se ha dirigido a los centenares de seguidores que se amontonaban frente del Cuartel General del Ejército en Brasilia. “Tenemos un nuevo Brasil por delante. Todos, sin excepción, tienen que ser patriotas, creer, y dar de su parte para que podamos volver a poner a Brasil en el lugar en el que merece", ha dicho el presidente de extrema derecha.
Durante el acto muchos corearon cantos a favor de leyes de la dictadura militar con las que se perseguía a los disidentes políticos. "Todos hemos jurado dar la vida por la patria y vamos hacer lo que sea posible para cambiar el destino de Brasil. ¡Se acabó la vieja política! Ahora es Brasil lo que está por encima de todo y Dios por encima de todos", ha exclamado Bolsonaro.
Bolsonaro ha continuado asegurando que hará "todo lo necesario" para mantener presente la voluntad del pueblo, mientras ha sido jaleado por una multitud que ha pedido cerrar el Congreso y la destitución de su presidente, Rodrigo Maia, a quien el mandatario acusó en otras ocasiones de estar conduciendo a Brasil hacia "el caos".
El Congreso de Brasil, a la espera de ser ratificada también por el Senado, aprobó una medida provisional por la cual el Gobierno está obligado a compensar a los estados y a los municipios por las pérdidas generadas por la caída de impuestos durante los próximos meses.
La gestión de la crisis derivada de la pandemia del nuevo coronavirus ha generado una disputa entre el Gobierno Federal y el resto de algunas autoridades del país, como los gobernadores de ciertos estados, más partidarios de las medidas de aislamiento, a diferencia de Bolsonaro, contrario a cerrar el país y detener la economía.