El Parlamento portugués ha aprobado este jueves, 16 de abril, la extensión del estado de emergencia por el COVID-19 hasta el próximo 2 de mayo, y a su vez coincide con el plan del Primer Ministro, Antonio Costa, para ir abriendo algunos sectores de la economía lenta y progresivamente con el fin de no estancar la economía del país.
Se trata del tercer estado de emergencia que Portugal decreta desde el primero que se lanzó el pasado 18 de marzo para luchar contra el coronavirus.
Costa ha afirmado que el Gobierno está trabajando en una serie de medidas para ayudar al país a convivir con el virus durante el próximo año o año y medio, hasta que haya vacuna para el COVID-19.
En este sentido, el Primer Ministro de Portugal ha propuesto la reapertura de algunos sectores de la economía del país, permitiendo la mayor libertad de movimientos a sus ciudadanos, una vez que finalice el estado de emergencia declarado este jueves.
También ha adelantado la reapertura de guarderías, centros de educación primaria, pequeños comercios y algunos servicios públicos, aunque sin concretar todavía la fecha. El fin de este planteamiento es "revivir la economía, sin dejar que la pandemia se descontrole", ha explicado Costa ante el Parlamento que ha aprobado la propuesta presentada por el Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
La propuesta ha sido aceptada con los apoyos del Partido Socialista (PS) de Costa, Partido Social Demócrata (PSD), Bloque de Izquierda (BE), CDS-Partido Popular y el partido Personas-Animales-Naturaleza (PAN).
Sin embargo, al igual que hizo Iniciativa Liberal (IL), el Partido Comunista (PCP) ha votado en contra, después de las dos abstenciones anteriores, según ha explicado el diario portugués Público. En este caso, el líder de PCP, Joao Oliveira, ha explicado que su negativa se basa en que la decisión del Gobierno es "innecesaria y desproporcional", ya que continúan "los abusos, las arbitrariedades y las violaciones de los derechos de los trabajadores" en favor de los grupos económicos.
En comparación con España, Francia o Italia, Portugal es el país menos afectado por la propagación del COVID-19, ya que las últimas cifras sobre la evolución de la pandemia en el territorio portugués son de 18.841 casos positivos y 629 fallecidos.