El Ministerio de Universidades ha admitido que es necesario una evaluación del alumnado de forma no presencial "ante la crisis sanitaria, y mientras no cambien las medidas aprobadas de confinamiento actualmente aprobadas". Así está reflejado en el documento que manifiesta el Ministerio que dirige Manuel Castells sobre los criterios generales para la adaptación del sistema universitario del país ante la pandemia del coronavirus, durante el curso 2019/2020.
Castells se ha reunido telemáticamente este miércoles, 15 de abril, a partir de las 16 horas hasta las 20.15 horas, con los representantes de las Comunidades Autónomas en la Conferencia General de Política Universitaria para conseguir un acuerdo conjunto sobre cómo será la modalidad de los exámenes universitarios de este curso 2019/2020, tras la suspensión de las clases por el coronavirus.
Según recoge el mismo informe, también se permite la posibilidad de que cada titulación y cada asignatura concrete después de la pandemia a proceder cómo evaluar los resultados del aprendizaje de este segundo cuatrimestre del curso.
Además, el ministro de Universidades ha recomendado a todos los centros universitarios que vayan comunicándolo a todo el alumnado para que se adapten a los nuevos cambios y poder prepararse "adecuadamente" después.
El Ministerio ha considerado necesario optar por "soluciones académicas alternativas a las pruebas tradicionales presenciales", ya sea con exámenes de preguntas tipo test, orales o casos prácticos para evaluar de forma no presencial, pero "siempre contando con el uso de recursos metodológicos, tecnológicos e informáticos".
Sin embargo, para aquellas asignaturas que requieran una evaluación práctica, como por ejemplo algunas del grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte o grados o másters que necesiten el uso de laboratorios, tendrán que optar por alternativas no presenciales de evaluación.
Asimismo, el Ministerio han aclarado que en el caso de cambiar la situación de confinamiento y las medidas sanitarias excepcionales durante este curso académico, las evaluaciones podrían pasar a ser presenciales con posterioridadpero con fechas distintas a las de ahora. De esta forma, se debe garantizar que todo el alumnado cuente con soportes tecnológicos, porque en caso contrario el Ministerio aconseja a las universidades con el apoyo de la administración proporcionar "la capacidad de cobertura al conjunto del estudiantado", para garantizar la "igualdad de oportunidades" entre los alumnos.
Respecto a la finalización del curso universitario, el documento que manifiesta el Ministerio destaca que tanto el inicio como su finalización depende de la decisión que tome cada universidad.
Prácticas y los TFG y TFM
Respecto a las prácticas, el informe recomienda fijar una serie de criterios generales para todo el sistema de prácticas de una universidad. En el caso de los alumnos de últimos cursos, proponen fijar un mínimo en el porcentaje de realización a partir del cual el resto del tiempo fijado de prácticas pueda reemplazarse por la realización no presencial de otras actividades académicas relacionadas evaluables.
Mientras que en el caso de los TFG y TFM deberán adaptarse a la situación de crisis sanitaria en la que se encuentra el país como el resto de la actividad docente universitaria. En este sentido, las universidades podrán "fijar nuevos requerimientos académicos, nuevos márgenes temporales y arbitrar la fórmula no presencial para su presentación y valoración por las comisiones respectivas".
Igualmente, el Gobierno considera que las universidades tienen la posibilidad de ampliar los plazos de presentación de los trabajos para facilitar su elaboración a todos los alumnos, siempre que sea posible dentro del curso 2019-2020 y, en el caso de que no lo fuese, no debería tener ningún sobrecoste para el alumnado.