En plena crisis de una pandemia que ya registra dos millones de contagios a nivel mundial, así como más de 125.000 decesos, las miradas se tornan hacia la ciencia y la investigación, esperando que llegue pronto una vacuna que pueda frenar la pandemia. Los laboratorios, mientras, se encuentran trabajando a pleno rendimiento, pero los investigadores aseguran que la solución no estará disponible de cara a este brote. Según la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, hay 60 vacunas para el Sars-Cov-2 en desarrollo, de las cuales cinco se encuentran ya en fase de experimentación con humanos.
El desarrollo que más avances ha registrado viene de China, que posee experiencia en investigación en Coronavirus. El país asiático experimentó en 2003 las consecuencias del Sars-Cov 1 impulsó la investigación en coronavirus. La experiencia previa es la que facilita que el proyecto fruto de la colaboración entre la empresa china CanSino y la Academia de Ciencias Médicas Militares de Beijing sea el único a punto de inificar la fase II. La fase I de ensayo clínico fue emprendida hace tres semanas. Sin embargo, todavía están tratando de conseguir los 500 pacientes que necesitan.
Desde Estados Unidos, país con mas infectados y actual epicentro de la enfermedad, también se están haciendo enormes esfuerzos en materia de investigación. En un proyecto también conjunto entre la empresa Moderna y los Institutos Nacionales de Salud, esperan entrar en la fase II esta primavera. Otros proyectos de investigación científica son los de la Farmacéutica Inovio, la Universidad de Oxford y la biotecnológica canadiense Symvivo.
Pese a los avances, los científicos ya han querido dejar claro que la vacuna no estará disponible de cara a un futuro cercano. Han insistido en que las vacunas suelen tardar más de una década en llegar al mercado. Con los enormes esfuerzos que se están haciendo, los plazos seguramente puedan agilizarse, pero pensar en una vacuna antes de 18 meses es ilusorio.
En una entrevista a eldiario.es, la investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, Martina Bécares, ha afirmado que "para este brote desde luego no va a llegar a tiempo". La científica defiende desarrollar una vacuna de cara al futuro. "Las estimaciones de la OMS sugieren que [el SARS-CoV-2] se va a quedar en la población, disminuirá en verano y luego quizá haya picos o se convierta en un virus más como los de la gripe y los resfriados".
Algo que la comunidad científica destaca como positivo es el relativo consenso que hay en la posibilidad de desarrollar una vacuna en alguno de los múltiples proyectos que están en curso. Por ello, la probabilidad de que no sea posible hayar una vacuna parece limitada.