El Ministro de Interior, Grande-Marlaska, ha afirmado que el Gobierno de Pedro Sánchez ha emprendido la tarea de "monitorizar las redes con el fin de comprobar algunos discursos que pueden ser peligrosos o delictivos” y perseguir lo que ha definido como “campañas de desinformación”. A raíz de la crisis de la Covid-19, la difusión de discursos de odio y de bulos se ha visto incrementado en nuestro país.

El titular de Interior ha recalcado que la decisión última de retirar o eliminar el contenido no recaerá en las fuerzas del estado, si no en las propias plataformas. Son las propias plataformas, siguiendo sus protocolos de actuación, las que acuerdan la retirada, no es el Gobierno, ni el Ministerio del Interior ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, ha incidido.

Marlaska ha querido dejar muy claro que en ningún caso esta medida supone un ataque a la libertad de expresión o un intento de perseguir las voces críticas. Según sus propias palabras, la crítica “es la base del Estado de Derecho, nos enriquece y nos fortalece a todos, no hay ninguna limitación”.