Los criterios oficiales de evaluación durante este curso escolar cambiarán debido a la crisis del coronavirus global. La conferencia de rectores (CRUE) solicitó el 30 de marzo a las universidades que queden definidas en el menor tiempo posible para cada asignatura, las formas de evaluación informando de ello al estudiantado.
La conferencia de rectores (CRUE) solicitó el 30 de marzo a las universidades que queden definidas en el menor tiempo posible para cada asignatura, las formas de evaluación informando de ello al estudiantado.
El 2 de abril, la Red Española de Agencias de Calidad Universitaria (Reacu) dio el visto bueno a que cambien las formas de evaluar de cada carrera y asignatura por la crisis provocada por el coronavirus.
Los formasde calificar exactas no se han fijado todavía, pero algunas universidades han avanzado sus planes, que establecen que la nota final del estudiantese va a distribuir entre diferentes actividades que se puedan realizar a lo largo del semestre, disminuyendo el peso del examen final.
El presidente de la sectorial de Docencia de la CRUE, el rector de Cantabria ÁngelPazos, que coordina todo el proceso, confirma que este será el sentidodel documento general de la conferencia de rectores que se dará a conocer la próxima semana. Pazos deja abierta una “ventana de excepcionalidad” en algunas materias más prácticas.
En general, las universidades públicas pretenden que la evaluación sea continua con trabajos individuales o en grupo, ejercicios o incluso videoconferencias (en último término por teléfono).
Las universidades también están pensando en la posibilidad de realizar exámenes en los que se permita el uso de libros, los llamados take home. Son pruebas cuya respuesta necesita el trabajo de reflexión del alumno, y no contestaciones memorísticas que puedan copiarse sin más de un libro. Otra posibilidad es hacer exámenes con preguntas seleccionadas al azar que el estudiante tenga que responder en un corto espacio de tiempo, lo cual garantizaría que no consulta la información.
Por ejemplo en las medidas de la Universidad Pública de Navarra se especifica que “En el caso de tener que optar por mantener el examen final, se debe plantear la posibilidad de arbitrar soluciones académicas alternativas a las pruebas tradicionales presenciales, por ejemplo: preguntas tipo test, orales, casos prácticos, etcétera...”