En marzo se presentaron más de 3,7 millones de solicitudes para comprar un arma. En 2009 la nación contaba con 310 millones de armas, el 48% del arsenal que existe mundo.
La pandemia del coronavirus disparó la venta de armas en Estados Unidos. Según el FBI, en marzo se iniciaron más de 3,7 millones de comprobaciones de antecedentes penales para potenciales compradores, un 41% más que en febrero. Además, las empresas que fabrican municiones registraron records en sus ventas.
En el gigante norteamericano, las armerías fueron uno de los sectores empresariales beneficiados por la pandemia del coronavirus. Mientras que en otros países del mundo se producían fenómenos sociales vinculados al acopio de papel higiénico, alimentos y agua, en Estados Unidos la gente se agolpó para comprar armas y municipios.
Esta podría ser solo una situación anecdótica del mercado, pero lo cierto es que también es un síntoma que habla sobre la cosmovisión del pueblo norteamericano. En relación a ello, la portavoz de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) Amy Hunter, explicó que "la venta de armas aumenta en momentos de incertidumbre porque los estadounidenses saben que son ellos los responsables últimos de su seguridad".
El país vivió una situación similar antes de las elecciones presidenciales del 2016. En ese momento, la campaña de Donald Trump logró diseminar entre los propietarios de armas que si Hillary Clinton ganaba las elecciones retiraría la segunda enmienda de la Constitución estadounidense que permite el "derecho del pueblo a poseer y portar armas". Este mensaje provocó que millones de personas se abarrotarán en las tiendas de armas para equiparse.
Hoy la crisis y la incertidumbre global nuevamente movilizó a las familias norteamericanas en la misma dirección. "Ahora más que nunca es importante que las familias tengan la capacidad y las herramientas para sentirse a salvo y poder defenderse", añadió Amy Hunter.
Según informó el FBI, el condado con que más tramitaciones para ventas de armas inició es Illinois, con más de medio millón de comprobaciones. La lista la completan Texas, Kentucky, Florida y California. Hoy es incalculable determinar la cantidad de armas que están circulando en EEUU. En el 2009, el Instituto Nacional de Justicia estadounidense (NIJ), informaba que la nación contaba con 310 millones de armas, lo equivalente al 48% del arsenal que existe mundo. Por ello es entendible que el país tenga las tasas más altas de muertes por arma de fuego entre los países desarrollados, según la Organización Mundial de la Salud.
Es por esta razón que la nación también albergue grupos que abogan por endurecer los controles. Una de ellas es Demand Action, su fundadora Shannon Watts, cree que "añadir más armas a una pandemia mortífera no hará que nadie esté más seguro, sino hará que la industria armamentística se enriquezca".