Wuhan, el primer foco del coronavirus, celebraba haber vencido a la pandemia. Sin embargo, el levantamiento de alguna de las restricciones ha provocado un cierto repunte de la enfermedad, lo que preocupa a las autoridades políticas.
Mientras el virus se expande a una velocidad vertiginosa en Europa y América, China parecía haber pasado página y haber vencido en su batalla contra el Sars-Cov-2. En Wuhan cantaban victoria cuando se cumplía la primera semana completa sin ningún caso de contagio nuevo desde el inicio de la enfermedad, en diciembre del año pasado. Las buenas noticias hicieron que se reabrieran los centros comerciales, los estudiantes volvieran a las clases y la gente empezara a salir de sus casas. Sin embargo, un nuevo rebrote de la enfermedad, ha enfriado los ánimos.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha hecho suyo el lema Fugong fuchan ("retomar el trabajo, retomar la producción"), conscientes de que están ante una oportunidad única de expandir su economía y área de influencia, ante la crisis que azota a los países de la Unión Europea y los Estados Unidos. Sin embargo, esta recuperación de la producción no puede suponer una nueva expansión de la enfermedad, pues supondría un enorme mazazo a una nación que ya se consideraba vencedora.
En la provincia de Sichuan, todo ha cerrado de manera abrupta. Un habitante de la ciudad lo describió así en sus redes sociales: "Estaba a mitad de canción y me dijeron que parara de inmediato. Al menos pude cantar un poco". Aunque las autoridades dicen que se ha vencido al virus, no todo el mundo lo cree, según informa el medio británico The Guardian.
Xi Jinping, máxima autoridad del país, visitó la provincia de Hubei en marzo, lo que supuso un punto de inflexión. Lo peor de la Covid-19 parecía superado. Pero ahora, la gran preocupación está en los casos que puedan llegar al país desde el exterior. Las autoridades del país mandan un mensaje de que se está siguiendo la senda correcta, pero advierte a las provincias de que hay que “mantenerse alerta”.