A pesar de registrar los mejores niveles de consumo de la historia, se calcula que el sector perdió el 18% de sus ingresos a causa de la pandemia. El Consejo de Ministros aprobó una ayuda excepcional de 15 millones de euros para compensar gastos y fugas de dinero.
La cuarentena disparó las cifras de consumo de la televisión española a niveles jamás vistos. A pesar de ello el sector sufrió una gran fuga de dinero por perdida de anunciantes, lo cual impulsó al Gobierno a aprobar una ayuda de 15 millones de euros para cubrir gastos y paliar la depresión económica.
En marzo la media de consumo televisivo llegó a 282 minutos diarios por habitante, una hora y media más de lo habitual. Según la consultora Barlovento, el 15 de marzo el promedio llegó a cinco horas y 44 minutos de consumo televisivo por habitante. Una cifra histórica, al día siguiente el Estado declarará Estado de Alarma. En contrapartida, los números de inversión publicitaria son los más escasos en años.
Las dos semanas posteriores al decreto de Estado de Alarma la ocupación publicitaria en televisión cayó un 14,6%. De 1.709 horas paso a 1.460: 249 horas menos contratadas para publicidad. Y según las cosultoras especializadas esta tendencia no cederá.
Debido a esta situación el Consejo de Ministros aprobó ayer una partida compensatoria excepcional de 15 millones de euros para las televisiones privadas. Con esta ayuda económica se busca recudir el impacto que sufrió el sector a causa del coronavirus. El dinero cubrirá gastos de cobertura poblacional obligatoria del servicio de televisión digital terrestre (TDT) de ámbito estatal.
Si bien no definió la lista definitiva de beneficiarios, algunos de los nombres que ya se confirmaron son Mediaset, Atresmedia, Vocento, Unidad Editorial, Grupo Secuoya, DKiss, Real Madrid TV y 13TV. Según el Ejecutivo, los servicios audiovisuales "juegan una trascendente doble función como servicios esenciales, que se ha visto reforzada en el contexto de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19”.
El texto aprobado determina que la televisión es “una vía fundamental para que los ciudadanos puedan informarse y puedan manifestarse las diferentes corrientes de expresión en la sociedad española”, y proporcionan “servicios de ocio y entretenimiento, que cobran especial relevancia en estos momentos de confinamiento domiciliario”.
El Ejecutivo reconoce “la situación paradójica de que han visto aumentar su audiencia por las medidas de confinamiento, pero al mismo tiempo están sufriendo una brusca caída de sus ingresos desde el inicio de la crisis, debido principalmente a la cancelación de campañas publicitarias de empresas que han visto suspendida o ralentizada su actividad”.