Triste muy triste ver como muchos de los que llevan más de 20 años recortando inversiones en la Sanidad Pública para desviarlas a los lobbies que controlan la sanidad privada, son ahora los que a más exigen soluciones y más critican al Estado. Y también salen a golpear cazuelas en los balcones a las 8 de la tarde para homenajear a todos los trabajadores de la sanidad que están dando, literalmente, sus vidas por salvar las de los demás. No olvidemos que durante los diferentes gobiernos del PP en muchas autonomías desde 2009 y desde 2012 en el Gobierno Central, según distintas fuentes, la sanidad pública española perdió entre 15.000 y 21.000 millones de euros de presupuesto desde 2009. En 2016, el gasto sanitario público en porcentaje del PIB (6,34%) era el más bajo desde 2009. Para 2019, el anterior gobierno del PP en el Programa de Estabilidad previó un gasto sanitario del 5,7% del PIB que hicieron que involucionaríamos a las cifras de 2007.
Triste muy triste ver como muchos de los que llevan más de 20 años recortando inversiones en la sanidad pública para desviarlas a los lobbies que controlan la sanidad privada, son ahora los que a más exigen soluciones y más critican al Estado.
Por poner una cifra, solo en los 2 primeros años del gobierno de Rajoy, según estimaciones de los sindicatos, se perdieron más de 53.000 puestos de trabajo en la sanidad pública. Esto significa menos médicos, enfermeras y diferentes puestos de trabajo relacionados con la salud que ahora tanto echamos de menos. Por no decir los recortes que se hicieron en medios asistenciales durante ese periodo, siendo España a día de hoy, y gracias sobre todo a partidos de corte conservador y neoliberal, uno de los países con un menor ratio de camas de hospital por cada 1000 habitantes de toda Europa e incluso muy por debajo de otros países del resto del mundo. Unos ejemplos, Japón más de 13 camas de hospital por cada 1000 habitantes, lo mismo que en Corea, en China 11, en Francia casi 7, en Italia 3.4, en España 3 .
Y ahora todo el mundo se queja de que nuestros hospitales no dan abasto y de que no tenemos suficientes profesionales de la sanidad. Los líderes de esta desleal oposición que padecemos, pertenecen a esa categoría de personas que ahora, llamamos los “ a posteriori”.
Cualquier oposición que sepa estar a la altura de las circunstancias debería estar apoyando y ayudando al gobierno, sin ninguna fisura, en la guerra global contra este coronavirus, ya llegará el momento de sacar conclusiones, pero no ahora.
¡Qué fácil es criticar a toro pasado! La diferencia es que una cosa es criticar, desde la perspectiva de un ciudadanos de a pie y otra cosa es hacerlo cuando atravesando las crisis más importante que a la sociedad española le ha tocado vivir desde la Guerra Civil, se debería estar apoyando y ayudando al gobierno, sin ninguna fisura, en la guerra global contra este coronavirus, ya llegará el momento de sacar conclusiones, pero no ahora. En vez de ayudar, los líderes de esta desleal oposición, como siempre, aprovechan la ocasión para hacer política. Su objetivo principal no es acabar con la pandemia puesto que esta les da excusa para seguir intentando derribar al Gobierno. Es triste pero es la realidad, siguen con lo de "cuanto peor mejor" o lo de " a río revuelto ganancia de pescadores"
Casado, Abascal. no es el momento de buscar réditos políticos, estamos en un estado de guerra y en estos momentos críticos suele aflorar lo mejor de las personas, tenemos muchos héroes y heroínas que se están sacrificando por los demás, pero también aparecen comportamientos desleales y poco éticos, que solo buscan beneficios personales, políticos e incluso económicos.
Si Pablo Casado y otros personajes similares estuvieran gestionando la crisis del COVIDー19, aplicarían el método Rajoy: “salen unos pequeños hilitos..." En vez de controlar la pandemia controlarían la información.
Es su forma de actuar, el expresidente Aznar hizo lo mismo durante la Guerra de Iraq y durante los atentados del 11M.
Además, a diferencia de los gobiernos de España y de Italia que desde el principio han sido transparentes en comunicar todos los datos, y han asumido sus responsabilidades, otros países no están actuando igual, existen políticos que minimizarían los datos del contagio para dar una falsa sensación de control de la crisis (nos sorprenderíamos mucho si tuviéramos acceso a los datos reales de países como China, Rusia, Irán, Estados Unidos etc.). Incluso en Alemania, Francia y otros países de Europa el sistema de contabilizar a los muertos es diferente. En Alemanania se descuentan los fallecidos por enfermedades asociadas (muchos de ellos van a la estadística anual de muertos por enfermedad) y aquí sin embargo les sumanmos.
Otro capítulo aparte es el comportamiento de algunos países gobernados por, otra vez políticos neoliberales, por no extenderme en demasía, creo que todos estamos al tanto de los comportamientos de estos personajes sin ética que llevan las riendas de algunos países. Tipos como Trump, Putin, Johnson, Bolsonaro y voy a incluir al primer ministro de Holanda en esta categoría de personajes amorales que siguen dando prioridad a la salud económica antes que a la vida de las personas, no sé se parecen mucho en sus comportamientos a los líderes de nuestra desleal oposición.
Tipos como Trump, Putin, Johnson, Bolsonaro y voy a incluir al primer ministro de Holanda en esta categoría de personajes amorales que siguen dando prioridad a la salud económica...
Y cuando acabe la pandemia nos daremos cuenta de lo frágil que es la humanidad. La naturaleza nos ha vuelto a poner en nuestro sitio. La mayoría de los españoles, normalmente, nos sentimos seguros en nuestras cómodas vidas. Pero por desgracia no todos los seres humanos sienten esa seguridad, muchos de nuestros congéneres viven en una "pandemia" eterna porque el azar hizo que nacieran en países muchos más pobres que el nuestro: No tienen ni alimentos, ni agua, ni hospitales etc. Para estas personas salir de casa todos los días, cuando la tienen, es peligroso, y no se les puede confinar porque morirían de hambre y de sed. Cuando los españoles salgamos de esta crisis, que saldremos, espero que nos replanteemos muchas cuestiones, entre otras, cuales son las cosas verdaderamente importantes en nuestras vidas. Yo lo tengo claro, que cada uno haga su propia reflexión.
La humanidad es una mota más de polvo en el universo. Lo único que nos puede hacer más fuertes para afrontar cualquier amenaza son los valores humanistas: La fraternidad como valor social, la solidaridad como medio de supervivencia y la empatía con el prójimo como medio de cohesión entre nosotros.
Solo tenemos futuro como especie si afrontamos cualquier peligro, unidos.
Los mercados no nos salvarán, nunca han salvado a nadie.
Que las palabras no se las lleve el viento…