El Ministerio de Defensa de Rusia anunció el pasado martes el envío a Italia de cien especialistas militares en virología y epidemiología. Llegaron el domingo a la base de la Fuerza Aérea Italiana de Pratica di Mare, desde donde se desplazarán hasta la ciudad de Bérgamo, de la región de la Lombardía, uno de los focos de la enfermedad. Se trata de “expertos militares rusos con experiencia en la lucha contra epidemias en todo el mundo”, según el propio Ministerio.

El envío de apoyo material y humano por parte de Rusia al país transalpino se hizo a través de catorce aviones militares Il-176. Además de los ya citados especialistas, también se incluyen sistemas de desinfección de transporte y territorios y equipos médicos. El Convoy que se dirige hacia el norte, está formado por autobuses que transportan a los militares rusos, además de por vehículos de escolta de carabineros y soporte técnico proporcionado por las autoridades italianas.

Italia es, ahora mismo, el epicentro mundial de la enfermedad. Con más de 69.000 casos confirmados y 8.326 personas fallecidas, su sistema sanitario se ve completamente desbordado por el avance de la enfermedad. Su situación le ha llevado al punto de necesitar la colaboración internacional de todos los países que se han ofrecido a ayudarles, como Rusia, China o Cuba. El avance de la enfermedad ha provocado una imagen tan insólita y tan complicada de imaginar hace tan solo un mes como el ver al ejército ruso desplegándose en un país integrado en la OTAN.

Por su parte, Rusia parece tener controlada la enfermedad por el momento. El país ha contabilizado 658 casos positivos y una única muerte por coronavirus. Según la OMS, estas buenas cifras, en comparación con las que presentan los países de la Europa Occidental, vienen por lo pronto que se empezaron a tomar las medidas de prevención en el país.