Los médicos intensivistas se están ocupando de preparar una guía de actuación ante la amenaza del coronavirus, para saber como actuar si se diera la situación de colapso de las unidades de cuidados intensivos (UCI)
Las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales de comunidades autónomas muy afectadas, como Madrid, se encuentran prácticamente al límite de capacidad y los contagios no paran de crecer.
Por eso los médicos intensivistas están preparándose para que en algún momento se de la situación de que no haya suficientes camas para todos los contagiados de coronavirus.
Si ese momento llega se tendrá que priorizar a unos enfermos sobre otros. La Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) ha elaborado una guía ética para ayudar a tomar esas decisiones a los facultativos. El texto recomienda, ante dos pacientes similares, “priorizar la mayor esperanza de vida con calidad”.
En personas mayores, añade el texto, publicado en la página web de esta sociedad científica, “se debe tener en cuenta la supervivencia libre de discapacidad por encima de la supervivencia aislada”.
Ni en este documento, ni en el plan de contingencia elaborado por los jefes de servicio de las UCI de los hospitales españoles, se habla de que exista un criterio de edad a la hora de decidir si un paciente ingresa en cuidados intensivos. De hecho, la guía ética señala específicamente que no lo es: “Es importante señalar que la edad cronológica (en años) no debería ser el único elemento a considerar en las estrategias de asignación”.
El plan de contingencia de los intensivistas, adecuado por el Ministerio de Sanidad para elaborar el protocolo oficial, solo tiene criterios de recuperación del paciente, es decir, la probabilidad de supervivencia, independientemente de la edad, como explica Pedro Rascado, coordinador del plan.
Rascado también recuerda que los criteriosson exactamente los mismos que ya había en las UCI antes de la crisis del coronavirus y que la diferencia es que se ha hecho oficial al escribirlos.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias del Ministerio, ha afirmado que normalmente estas unidades, que cuentan con 4.400 camas entre hospitales públicos y privados en España, “ya tienen criterios restrictivos” pero “mucho más laxos que los de ahora”. Ha explicado que debido a la“la sobrecarga y la presión” que supone el ritmo de ingresos en los centros los criterios “se tienen que hacer más restrictivos”.
Lo que este plan explica es que ante la falta de camas en la UCI se pueden producir “muertes potencialmente evitables”. Y esas muertes pueden ser mediadas por las decisiones de triaje (el sistema por el que se decide cómo se trata a un paciente en función de su estado) obligatorio, es decir, elegir quién accede a los respiradores y quién no. “Se han elaborado protocolos de triaje para las UCI basados en la probabilidad de que las necesidades durante un desastre sean mayores que la disponibilidad”, explica el documento, que como cualquier plan de contingencia tiene que contemplar todos los escenarios, incluisive el peor.