El Ministerio de Salud de China ha confirmado este jueves que no se ha registrado ningún contagio por Covid-19 en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia, y tampoco se ha confirmado ningún caso de contagio local en el país. Pese a ello, aumentan los casos de contagios importados, 34 son pacientes diagnosticados llegados desde fuera del país: en Pekín (21 casos), Cantón (9 casos), Shangái (este, 2 casos), Heilonggjiang (noreste, 1) y Zheijang (al este, 1 caso), lo que eleva el balance de 189 positivos procedentes de otros países.
Con estos datos, las últimas cifras ofrecidas por las autoridades chinas se sitúan en un total de 3.245 fallecidos, 80.928 infectados diagnosticados desde el inicio de la pandemia y de todos ellos, 70.420 respondieron de forma positiva al tratamiento y fueron dados de alta. Aún 9.144 personas continúan en observación y se ha realizado un seguimiento a 683.281 contactos cercanos a infectados.
Así, el número de contagios en China es de 7.263, de los que 2.314 se encuentran en estado grave, la gran mayoría en Wuhan, epicentro del virus.
China ya da, con cautela, datos ""esperanzadores"" en su batalla contra el virus. El número de contagios comunitarios se va reduciendo, sin embargo preocupan los casos importados, que van en aumento. En este sentido, China ha puesto drásticas normas de cuarentena a aquellos que lleguen del extranjero. Por ejemplo, en Pekín, la capital del país, se ha exigido que todas las personas procedentes del exterior se sometan a una cuarentena durante 14 días en los hoteles designados por las autoridades chinas; a excepción de mayores de 70 años, menores de catorce años, embarazadas o aquellos que padezcan patologías graves, el objetivo es impedir que alguien pueda saltarse el aislamiento.
En este sentido, las autoridades chinas han querido transmitir unos datos ""alentadores"" donde el número de fallecidos ha descendido drásticamente y el número de recuperados está aumentando, ya que han sido dadas de alta cerca de 80.000 personas.