El presidente de Portugal, António Costa, anunció a última hora de este jueves que, tras un Consejo de Ministros extraordinario, han decidido el cierre de todos los colegios del país para evitar el avance del coronavirus y pide la colaboración de los portugueses.
El gobierno portugués, presidido por el socialista Marcelo Rebelo de Sousa, aprobó en la noche del jueves 12 de marzo, en un Consejo de Ministros extraordinario, cerrar todos los colegios en Portugal, públicos y privados, desde primaria hasta el bachillerato, así como universidades, desde el próximo lunes, durante dos semanas, ante el considerable crecimiento de casos de coronavirus en el país, que en poco más de una semana ha infectado a 79 personas, mientras medio millar espera los resultados de los análisis y cinco mil se encuentran en observación.
Marcelo Rebelo de Sousa ha pedido la colaboración y el sacrificio de todos los portugueses “para que la pandemia no siga avanzando, como ha ocurrido en otros países”.
Ha prometido “ayudas para los empresarios, los trabajadores y las familias”. Afirma que “Si no evitamos entre todos la propagación de la pandemia, durante los próximos días, será muy difícil frenarla y combatirla”.
El día de ayer fue muy intenso para Marcelo Rebelo de Sousa ya que la bolsa de Lisboa cayó un 10%, mientras analizaba el informe del Consejo de Sanidad luso y leía la petición del Colegio Oficial de Médicos del país, alertando sobre el agotamiento de los facultativos, más de cien de ellos en cuarentena, y la necesidad urgente de contratar más personal sanitario.
El Consejo de Ministros tuvo que ser interrumpido a la hora de comer, para que Marcelo Rebelo de Sousa recibiera, uno a uno, a todos los líderes partidarios, que mostraron su apoyo, al conocer la intención de cerrar todos los colegios.
A las ocho de la noche del jueves, tras hablar con todos los grupos políticos, el presidente reanudó el Consejo de Ministros que decidió, entre otras medidas, “el cierre de todos los colegios desde el próximo lunes”,como avanzó el gabinete del primer ministro, mientras seguía la reunión hasta bien entrada la noche en São Bento.
El cierre los colegios, sigue al de las universidades, museos, teatros y competiciones deportivas, de las principales ciudades portuguesas, para evitar que la pandemia avance en el país y los hospitales no se saturen y entren en colapso, como alertaron los médicos portugueses al presidente del gobierno.