Según el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), José Luis Casero "las empresas que han implementado teletrabajo de forma regular, estructura y no a base de impulsos, incrementa su productividad entre un 20 y 25%".
España es el segundo país con más afectados por coronavirus de Europa, 1695 contagiados 36 muertos. Esto provocó que el Gobierno y las empresas tomen severas medidas preventivas para evitar que la infección se extienda aún más. Desde la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), defienden que el teletrabajo se instaure pasada la alerta sanitaria.
Su presidente José Luis Casero, asegura que el 75% de empleados quiere teletrabajar y no puede. "Las empresas que han implementado teletrabajo de forma regular, estructura y no a base de impulsos, incrementa su productividad entre un 20 y 25%", aunque alertan de que el teletrabajo "puede convertirse en un arma de doble filo si no está regulado de forma pactada".
Expertos han insistido en las ventajas del teletrabajo que puede traer a los empresarios de que esta medida se esté implantando entre las empresas para frenar la expansión del coronavirus en España. En cualquier caso, como afirma el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), José Luis Casero, el 75% de empleados quiere teletrabajar y no puede.
Por todo ello, ARHOE enumera una serie de beneficios que aporta el teletrabajo mixto como favorecer la conciliación, el desarrollo sostenible, la integración de personas con discapacidad, trabajadores con mayor edad, reducción de costes para la organización y aumento de la productividad, prevención del absentismo laboral, movilidad de víctimas de violencia de género, prevención de los accidentes "in itinere", racionalización de horario (ahorro de tiempo), prevención de la violencia de género, prevención de los accidentes "in itinere", racionalización de horario (ahorro de tiempo), prevención de la violencia en el trabajo, además de favorecer la autonomía, independencia y motivación, entre otros asuntos.
En el caso de las grandes ciudades Casero añaden que el teletrabajo supone "un ahorro de tiempo, costes y esfuerzo considerables al evitarse largos desplazamientos hasta el centro de trabajo, lo que tiene un impacto sobre el medio ambiente positivo".
"Es el momento de afrontar con calma este modelo de organización de trabajo que puede mejorar tanto la productividad como la conciliación de empresas y personas", añadió. Pero al mismo tiempo aclaró que al 100% el teletrabajo podría ser perjudicial por lo que ARHOE defiende "modelos mixtos y según el sector productivo".
ARHOE destaca que el teletrabajo supone "un beneficio siempre y cuando el trabajador cumpla con los objetivos marcados, ya que el teletrabajo no es atender unas tareas domésticas y de paso trabajar, sino realmente desarrollar la prestación laboral desde el domicilio, pero con la misma intensidad y productividad que si se estuviese en una oficina".
Sin embargo, ARHOE reconoce que no todo puesto de trabajo asociado a una persona permite el teletrabajo, en alusión al comercio minorista, restauración, ocio, logística o industria, por lo que parece "más compleja su aplicación de momento". En este punto, lamentan que casi un 75% de las personas trabajadoras en España quiere teletrabajar, pero no les dejan.
Sobre los porcentajes de personas que practican teletrabajo en España, Eurostat recoge que un 3% lo practica habitualmente, un 4% a veces y el 93% nunca. Los países europeos más avanzados en teletrabajo, también según Eurostat, son Suecia, Islandia y Países Bajos.
En España, ARHOE afirma que entre un 14% y un 20% de empresas españolas tienen previsto implementar programas de teletrabajo aunque solo un 4% de los convenios colectivos en España "contemplan la posibilidad (que no realidad) de implementar el teletrabajo" y subrayan "no es lo mismo hacerlo de forma ocasional que como modelo organizativo estructurado y pactado entre empresa y trabajadores".