La ilustradora, Paula Bonet, denuncia esta práctica a través de Twitter: “He recibido más mails esta semana porque soy mujer artista que en todo un año. Podéis pensar en nosotras fuera de los días cercanos al 8M, ¿no? Durante el resto del año muchas de nosotras (menos de las que querríamos) SEGUIMOS VIVAS”.

Todos quieren sumarse al carro del feminismo y los museos que cuentan con un mínimo porcentaje de mujeres artistas deciden hacer exposiciones invitándonos por fin a participar y colocan carteles en su entrada conmemorando el Día Internacional de la Mujer. Los bancos, las eléctricas y las compañías telefónicas cambian su imagen corporativa en redes sociales usando tonos morados y nos hablan sobre lo maravillosas que somos las mujeres, pero la realidad es que la mayoría de grandes directivos son hombres y la brecha salarial es inmensa.

Los partidos políticos forman parte de las manifestaciones y aunque apoyen el vientre de alquiler y pacten con la ultraderecha creen fervientemente que deben estar ahí. Graban vídeos con imágenes de mujeres empresarias, luchadoras y valientes de las que no se preocupan el resto del año y a las que en ningún momento les han pedido opinión sobre cómo reducir la desigualdad en sus pueblos y ciudades.

La periodista, Lucía Lijtmaer, ironiza al respecto: “recordad, amigas: esta semana para los medios somos todas Beyoncé. El lunes que viene se rompe el encantamiento y ya somos las pringadas de siempre”.

No existimos solo el 8 de marzo, queremos estar presentes durante todo el año y no queremos que mercantilicéis nuestra lucha. De que nos vale que os preocupéis un día si los siguientes seguimos en desigualdad.