Según el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, se podrá un tope a las cajas de recompensa aleatorias o "lootboxes" que ofrecen las empresas de videojuegos para fidelizar a sus usuarios. La preocupación del Gobierno es que esta práctica pone en riesgo a los niños y niñas sin que sus padres lo sepan.
El Ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado que su departamento trabaja en un marco de regulación cajas de recompensa o "lootboxes" de los videojuegos dentro de su plan integral contra la ludopatía. Lo ha hecho ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, con el fin de anunciar las medidas que se impulsan desde el gobierno para prevenir y frenar el juego problemático entre los menores.
Cabe destacar que, en el 2019 España registró la tasa más alta de Europa de ludópatas entre 14 y 21 años, según la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar).
Las cajas de recompensa son una de las estrategias de que utilizan las empresas de videojuegos para fidelizar a sus usuarios. Los jugadores pagan pequeñas cantidades de dinero por un premio que es sorteado aleatoriamente, lo que es una práctica que puede regularse como cualquier otro juego de azar, según el ministerio.
Según explicó el Ministro el Garzón, esta metodología promueve comportamientos de consumo compulsivo asociado al azar, similares a los de una máquina "tragaperra", algo que pone en riesgo la salud de los usuarios. Para el gobierno los premios aleatorios son una nueva vía de entrada al consumo de juego problemático por parte de menores de edad, con el desconocimiento de madres y padres que ignoran que el videojuego incorpora dinámicas nocivas para el desarrollo de los menores.
El ministro ha recordado que su departamento trabaja con un plan integral que aborda la problemática ocasionada por el juego en España y del que el Real Decreto de comunicaciones comerciales de las actividades del juego es un primer paso en el que, por primera vez, se crea un marco regulatorio de la publicidad de apuestas.