La ex ministra ha prometido este miércoles su cargo ante el rey en un acto en el Palacio de la Zarzuela. También ha estado presente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.
El Rey Felipe VI ha presidido este miércoles el acto de toma de posesión de Dolores Delgado como fiscal general del Estado en el Palacio de la Zarzuela. El nombramiento de la ex ministra se oficializó este martes en el Consejo de Ministros tras superar la jurista todos los requisitos que exige la ley.
Delgado ha optado por la fórmula de la promesa y sin símbolos religiosos. La posibilidad de prescindir de la Biblia y el crucifijo está vigente desde el inicio del reinado de Felipe VI.
Delgado ejerce ya de Fiscal General del Estado tras la culminación del proceso del nombramiento con su comparecencia en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados. Allí obtuvo el respaldo de las formaciones de la izquierda, pero fue muy contestada por PP, Ciudadanos y Vox. De hecho, la formación que dirige Pablo Casado ha anunciado que recurrirá al Tribunal Supremo el nombramiento de la ex ministra porque consideran que no reúne el requisito de imparcialidad necesario para el cargo.
Delgado ocupaba hasta ahora un puesto de fiscal en la Audiencia Nacional, lugar al que fue destinada tras su paso por el Ejecutivo anterior de Pedro Sánchez. En su comparecencia en la cámara baja, la ya fiscal general afirmó precisamente sobre su paso por el Gobierno que “no es una debilidad sino una fortaleza” e insistió en que el actual sistema judicial permite “preservar la autonomía y la imparcialidad” del Ministerio Fiscal.
No solo los partidos de la oposición han mostrado su rechazo frontal a que Delgado pase directamente de dirigir el ministerio de Justicia al cargo de fiscal general. En el Consejo General del Poder Judicial, órgano judicial que valoró que la candidata reunía los requisitos legales para el puesto, hubo gran controversia y la decisión no fue unánime. Hubo siete magistrados que votaron en contra de la candidatura y doce que la apoyaron.
Ahora, ya en su puesto, Delgado deberá atender temas urgentes que están pendientes de resolver. Entre ellos se encuentra el nombramiento de unos 50 cargos de la cúpula del Ministerio Fiscal como el del teniente fiscal del Supremo Luis Navajas que cumplió el tiempo por el que fue nombrado para cargo el pasado mes de diciembre.