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Uno de los pistoleros de la matanza de atocha, extraditado 43 años después

Uno de los pistoleros de la matanza de atocha, extraditado 43 años después

Llega a España Carlos García Juliá, uno de los asesinos de la matanza de Atocha la noche del 24 de enero de 1977. El atentado terrorista fue cometido por la banda de extrema derecha Fuerza Nueva, en el marco del llamado terrorismo tardofranquista.


Carlos García Juliá, uno de los asesinos de la mantanza de Atocha de 1977, ha llegado a España a primera hora de este viernes tras ser extraditado desde Sao Paulo, donde se encontraba preso desde hacía un año. Tres agentes de la Policía Nacional se trasladaron hasta allí para custiodar su extradición.

El terrorista ha sido trasladado directamente a la cárcel de Soto del Real, donde se fijará cuántos años de prisión le quedan por cumplir tras haber huido de España cuando obtuvo la libertad condicional.

García Juliá fue condenado el 29 de febrero de 1980 por la Sección Primera de la Sala de lo Penal a 193 años de prisión como autor material de cinco delitos de asesinato consumados y cuatro frustrados en la noche del 24 de enero de 1977.

Ese día, tres miembros de Fuerza Nueva, irrumpieron en un despacho de abogados laboristas de Comisiones Obreras, en el 55 de la calle Atocha de Madrid, y abrieron fuego contra las personas que estaban en el interior.

El 23 de octubre de 1991 se le concedió la condicional a García Juliá y se le otorgó permiso para trabajar en Paraguay, presentándose en la embajada Española del país cada mes. Una vez allí, rompió sus obligaciones, por lo que se le declaró prófugo.

El 17 de junio de 1996 fue detenido y condenado a seis años de cárcel en Bolivia, por un delito de tráfico de estupefacientes. Más tarde, el 29 de noviembre de 2000, llegó la solicitud de extradición de la Audiciencia Nacional, sin embargo, el preso ya se había fugado tras no presentarse ante un juzgado de vigilancia penitenciaria en La Paz.

Después de estos hechos, se le perdió la pista durante 20 años hasta diciembre de 2018, cuando el asesino fue detenido en Sao Paulo, donde vivía trabajando como conductor de VTC.

El procedimiento de extradición se dilató a lo largo de 13 meses, debido a los recursos y apelaciones presentados por la defensa, alegando la prescripción del delito, defectos en la doble incriminación y el tiempo de cumplimiento de prisión en Bolivia.

Tras cumplimentar los trámites, Carlos García Juliá aterrizó en España a primera hora de este viernes en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez.

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