La Policía Nacional junto a la Secretaria de Estado de Seguridad Social, durante el 2019, han descubierto un fraude de 6.357.510,68 euros que ha sido realizado a través de un cobro indebido de pensiones pertenecientes a personas fallecidas.

Los agentes llevaron a cabo un total de 76 investigaciones en 21 provincias españolas: Álava, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Cáceres, Cantabria, Córdoba, Gerona, Huelva, La Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Orense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

Durante las investigaciones, se ha identificado a treinta y seis personas de las cuales han arrestado a once como presuntas responsables de 55 delitos contra la Seguridad Social, estafa, falsedad documental y apropiación indebida.

Tras recibir varias denuncias desde diferentes puntos del país, comenzaron a realizarse diversas investigaciones. La mayoría de los implicados, eran personas cercanas a los fallecidos: hermanos, hijos o nietos, además de maridos, esposas, yernos o exparejas.

Los responsables identificados no han podido ponerse a disposición de la autoridad judicial. Algunos de ellos han fallecido, están enfermos graves o se encuentran en avanzado estado de edad. Otros además se encuentran viviendo en otros países como Alemania, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Suiza y Venezuela.

La investigación ha ordenado a los agentes analizar 12.586 abonos indebidos, 75 cuentas bancarias, 23 casos con más de 100.000 euros defraudados, 40 pensiones que superaban los diez años de ingresos ilícitos, 22 fallecimientos ocurridos hace más de 20 años y 11 muertes de pensionistas españoles ocurridos en el extranjero. Esto llevará a que la investigación se realice de forma muy organizada y exhaustiva.Gracias a los mecanismos establecidos legalmente, hasta el momento se han podido recuperar 3.893.787,08 euros del total defraudado.

Destaca el caso de una mujer que acudió al banco acompañada por una “actriz” que actuaba como si fuera su madre, fallecida cuatro años antes, y así conseguir acceder al dinero falsificando la firma de la dueña de la cuenta bancaria. La implicada se benefició de más de 200 disposiciones en efectivo, que han supuesto un fraude al Instituto Nacional de la Seguridad Social de más de 74.000 euros.

Uno de los casos más significativos es el del empleado de banca detenido, que falsificó los justificantes en efectivo y las cartillas bancarias de la pensionista fallecida, logrando realizar hasta 62 reintegros de la cuenta de la fallecida y que habían sido abonados indebidamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.