La borrasca "Gloria" es el área mediterránea que, a lo largo de los últimos 9 meses, ha sufrido tres temporales históricos, sin precedentes cada uno de ellos por separado. Por tanto, esta borrasca ha batido récords históricos de todo tipo: de espesor de nieve, de altura de ola significante en el Mediterráneo Occidental, de precipitación máxima recogida en 24 horas durante el mes de enero y de rayos caídos en un día en el mismo mes.
Desde hace varios años, el área mediterránea española sufre temporales sin precedentes. Así lo avalan no solo los datos registrados por la red de estaciones meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, sino que tampoco surgen candidatos que permitan tal comparación haciendo uso de fuentes históricas, si se retrocede en el tiempo más allá de estos registros.
Estos temporales que son categorizados como históricos por batir récords de manera consecutiva de uno o varios fenómenos meteorológicos en zonas extensas, nos llevan hasta enero de 2017 y sus intensas nevadas en el interior de la Comunidad Valenciana y en provincias limítrofes, que dejaron decenas de miles de personas incomunicadas y sin servicios básicos, pasando por el verano de 2018, que batió el récord estival de descargas eléctricas, y octubre de 2018, cuando se produjo la trágica riada de Sant Llorenç (Mallorca) en la que hubo 13 fallecidos; ese mismo mes se registró el récord absoluto de máxima intensidad de precipitación en una hora en Vinaròs, con 159,2 l/m2 acumulados.
"Gloria" fue el nombre con el que fue bautizado esta borrasca por parte de AEMET y que, después de haber alcanzado el área mediterránea procedente del Atlántico, ha activado avisos del nivel pertinente como para merecer ser nombrada. "Gloria" se llevó la autoría del temporal que llegó a afectarnos desde el 19 al 25 de enero. Además, ni se creó un proceso de ciclogenésis explosiva (no se profundizó mucho y muy rápidamente) ni fue especialmente profunda.