La revista Nature Cancer era la primera en mostrar al mundo el avance de este importante descubrimiento, que proporciona al mundo científico un marco novedoso para desarrollar sobre la metástasis y, sobre todo, cómo tratarla.
Un grupo de científicos del estadounidense Instituto Sloan Kettering (SKI) de Nueva York, liderado por el oncólogo español Joan Massagué, sostiene que la posibilidad de los cánceres para hacer metástasis depende de "su capacidad para cooptar las vías naturales de reparación de heridas".
"Ahora, entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado -el tumor- en el lugar equivocado, los órganos vitales distantes"
El estudio concluye que las células iniciadoras de metástasis emplean una especie de "truco" para propagarse: "cooptan las capacidades naturales de curación de heridas del cuerpo".
"Ahora, entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado -el tumor- en el lugar equivocado, los órganos vitales distantes", apunta el director del Instituto Sloan Kettering y de la investigación de un tema en el que lleva trabajando 30 años.
Las células cancerosas no lo tienen fácil para provocar la metástasis
La metástasis es mortal, aunque las células no lo tienen fácil para llevar a cabo su cometido: "deben separarse con éxito del tumor, atravesar las capas de tejido que las separan de la circulación, nadar o arrastrarse a una nueva ubicación en el cuerpo a través de la sangre o el líquido linfático, salir de estos vasos, luego, echar raíces y comenzar a crecer en la nueva ubicación".
Durante este proceso mueren la mayor parte de las células, llegando a sobrevivir menos del 1% de todas ellas, que consiguen formar lo que se conoce como "metástasis medibles": "Una vez que las células cancerosas aprenden a sobrevivir al estrés de un ambiente extraño, es muy difícil deshacerse de ellas", explica la doctora Karuna Ganesh, médico-científica del Programa de Farmacología Molecular de SKI y una de las autoras del artículo.
"Son una entidad completamente diferente del tumor en el que comenzaron"
Ganesh y el resto de científicos implicados "queríamos entender qué es lo que permite a algunas células sobrevivir" a este viaje. Por ello, se centraron en una molécula llamada L1CAM, ya que estudios previos del laboratorio de Massagué mostraron que "es vital para que numerosos tipos de células cancerosas hagan metástasis con éxito" en los órganos.
El resultado de la investigación, tras más de 30 años de trabajo en este campo por parte del oncólogo y científico español, concreta que las metástasis "no se derivan de mutaciones genéticas, sino por una reprogramación de las células que les permite regenerar creando metástasis".
Esto es, sin duda, un punto de partida que no supondrá el principio del fin de las metástasis, pero sí nos hará avanzar "hacia su entendimiento" y, por tanto, la implementación de "tratamientos óptimos".