Se acabó la etiqueta de ‘en funciones’ desde este martes 7 de enero. Después de meses de bloqueo, de la celebración de dos elecciones generales, de una legislatura fallida, de largas negociaciones arranca, por fin, el gobierno progresista que liderará el Partido Socialista Obrero Español.

Pedro Sánchez ha sido elegido presidente del Gobierno gracias a los 167 votos de los grupos parlamentarios del PSOE, Unidas Podemos, PNV, Nueva Canarias, BNG y Teruel Existe. Esta mayoría simple es la que se requiere en la segunda votación de la sesión de investidura por lo que el líder socialista se dispone a liderar un Ejecutivo que, posiblemente, dé a conocer mañana y que estará formado por el PSOE y por Unidas Podemos.

Pedro Sánchez: “nuestro deber es darle a los ciudadanos lo que han votado: Un Gobierno (...) Pido la confianza mayoritaria de la Cámara. Por sí solo la coalición supone un esfuerzo por aunar voluntades. Es la única opción de Gobierno después de dos elecciones generales en el último año”.

En su discurso antes de esta segunda votación, Sánchez ha afirmado que “nuestro deber es darle a los ciudadanos lo que han votado: Un Gobierno”. Y ha insistido en “pedir la confianza mayoritaria de la Cámara. Por sí solo la coalición supone un esfuerzo por aunar voluntades. Es la única opción de Gobierno después de dos elecciones generales en el último año”.

El ya elegido presidente ha afirmado desde la tribuna del Congreso que “el primer principio de una democracia es aceptar el resultado de las urnas (…) solo hay dos opciones: o coalición progresista o más bloqueo para España”.

También ha querido poner de relieve la bochornosa actitud de la derecha ante esa sesión de legislatura “han tensionado la situación, pero no lo han conseguido. Va a haber un Gobierno progresista en España. Comprendo su frustración, pero les pido que acepten la realidad: perdieron las elecciones y hoy la votación. No se puede conseguir nada positivo desde la frustración”, ha dicho el secretario general del PSOE.

Pedro Sánchez ha continuado “llevamos 40 años de democracia. Ya antes llegaron derechos como el divorcio, el aborto, el matrimonio homosexual… Nadie se vio obligado a ejercerlos. Simplemente dieron más libertad a los que optaron por ejercerlos”.

Pedro Sánchez: “llevamos 40 años de democracia. Ya antes llegaron derechos como el divorcio, el aborto, el matrimonio homosexual… Nadie se vio obligado a ejercerlos. Simplemente dieron más libertad a los que optaron por ejercerlos”

Y ha querido terminar Sánchez con unas palabras del presidente de la II República, Manuel Azaña “nadie tiene derecho a monopolizar el patriotismo”.

El ya presidente del Gobierno ya anunció el viernes en su discurso de investidura que se propone a hacer de esta legislatura “una reivindicación de la mejor política, de la mejor de las esperanzas” y añadió que “esta coalición progresista es el mejor antídoto contra la coalición del apocalipsis”. Mirando al futuro, Sánchez afirmó que “vamos a abrir esa nueva etapa con toda responsabilidad, lealtad y altura de miras y la vocación de dialogar, dialogar y dialogar hasta incluso con aquellos que nos insultan”.

Enfrente del bloque progresista que sustentará el Gobierno de Pedro Sánchez se sitúa la peor versión de la derecha y la ultraderecha española. Como hicieron con Zapatero en el pasado y como hacen siempre que pierden el poder, se instalan en la bronca y tratan de enturbiar el ambiente político para obstaculizar al máximo la acción de gobierno.

Contra Sánchez han votado los diputados del Partido Popular, de Vox y de Ciudadanos que suman 151 votos en la cámara baja. Y se han sumado Junt per Cat, UPN, la CUP, Coalición Canaria y el Partido Regionalista Cántabro para llegar a los 165 votos, insuficiente para que se siga bloqueando la formación de un Gobierno que han intentado hasta llegar a la náusea.

Enfrente del bloque progresista que sustentará el Gobierno de Pedro Sánchez se sitúa la peor versión de la derecha y la ultraderecha española. Como hicieron con Zapatero en el pasado y como hacen siempre que pierden el poder, se instalan en la bronca y tratan de enturbiar el ambiente político para obstaculizar al máximo la acción de gobierno.

El trámite parlamentario de esta importante sesión de investidura ha estado rodeado de la indecente actitud de la derecha y la ultraderecha, que forman el bloque del PP, Vox y C’s. Cada vez que les toca abandonar el poder e instalarse en la oposición centran sus esfuerzos en deslegitimar las instituciones, enfangar la vida política y tensionar a la sociedad en actitudes que rozan incluso la legalidad. Los 120 diputados del PSOE y, sobre todo, los diputados de Teruel Existe o Nueva Canarias han recibido estos días miles de correos electrónicos, mensajes en redes sociales e, incluso, llamadas telefónicas con insultos, presiones y amenazas para que cambiaran su voto e hicieran posible el fracaso de la investidura. El diputado Tomás Guitarte, de Teruel Existe, ha presentado una denuncia por las pintadas amenazantes que se han producido en su pueblo natal. Y la vicesecretaria general del PSOE ha afirmado que estudian también poner en marcha acciones legales.

En la abstención se han mantenido los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña, al pactar con el PSOE la formación de una mesa de diálogo entre el Gobierno de España y el de la Generalitat; y EH Bildu, formación con la que los socialistas no han pactado, pero que suele ir de la mano de sus ‘socios’ catalanes y votan en el Congreso lo mismo que ERC.