Publicado el 8 de noviembre a las 20:42
Como muy bien dijo Pedro Sánchez el otro día, nada es más fuerte que la verdad. Sin embargo, nos toca reconducir la verdad en un contexto en el resulta especialmente fácil difundir mentiras que llegan a muchísimas personas sin suficiente capacidad de verificar su autenticidad. Y en estos días hemos asistido a una profusión de falsedades que contaminan el legítimo debate de ideas y propuestas previo a una consulta electoral.
Voy a centrarme en la afirmación que da título a este artículo, que ya había oído en boca del líder de Vox y que está mañana he escuchado en una reunión con personas jubiladas, cuyas preocupaciones me interesaban por ser un colectivo cada vez mas numeroso y cada vez más vulnerable, dadas las carencias de nuestros sistemas públicos sociosanitarios.
A quien hizo la afirmación le pregunté por qué relacionaba la desaparición de las autonomías ( y de las diputaciones) con el mantenimiento de las pensiones públicas . Su primera respuesta fue que de esa forma el Estado se ahorraría “miles de millones”, elimando puestos de trabajo inútiles, que sobraban en España y que no existían en otros países, y con ese dinero se podría dotar adecuadamente la Seguridad Social. Asi que, de entrada, me comprometí a enviarle los datos oficiales que demuestran que España tiene menos funcionarios públicos per capita que la mayoría de los paises de nuestro entorno, tanto centralizados como federales ( Francia , Alemania..) , y que además en esos países disfrutan de buenos servicios públicos ( en algunos casos , mejores que los nuestros).
Mi interlocutor pasó entonces a insistir, con carácter general, en la supuesta ínfima eficiencia del sector público, y en la corrupción rampante . Así que del tamaño de las administraciones pasamos a analizar dónde está el origen ( y por lo tanto la respuesta) de los problemas de España. Y creo que no le gusto demasiado escuchar que en materia de corrupción tan culpable era la administración correspondiente como el empresario beneficiado por la misma; y que este es uno de los desafíos más importantes para mejorar la calidad de nuestra democracia , y que por ello estábamos comprometidos a proponer un Pacto de Estado , que refuerce los mecanismos de transparencia y la rendición de cuentas de todas las administraciones , y quec incluya entre otras cosas una ley contra la corrupción con especial protección para los denunciantes.
Pero, sobre todo, me parece que no compartió mi afirmación sobre el principal problema de nuestra sociedad: la creciente concentración de renta y de riqueza ( y de información) en un número cada vez menor de personas, mientras aumentan los indicadores de desigualdad y de pobreza . España está actualmente en lo más alto de los rankings de la UE en materia de desigualdad ( solo nos superan Bulgaria, Letonia y Lituania) , y esa circunstancia se ve favorecida por la legislación laboral y por el sistema fiscal. En ambos ámbitos, un enfoque progresista exige cambios cruciales, de forma que tengamos empleos dignos ( o “decentes”,como los denomina a Organización Internacional del Trabajo), bien remunerados, saludables y estables, así como una fiscalidad mucho más justa , que permita recaudar los recursos adicionales necesarios para reforzar nuestro Estado del bienestar, redistribuyendo de forma mucho más equitativa la carga fiscal,que actualmente afecta de forma desproporcionada a las familias de ingresos medios y bajos.
Todo ello conduce a replantear, en términos muy diferentes, el supuesto dilema “autonomías o pensiones” . Claro que nuestro Estado Autonómico requiere mejoras en su funcionamiento, para que garantice la igualdad en el disfrute de los derechos básicos en todo el territorio( también en el medio rural); y sobre ello tenemos propuestas muy concretas en nuestro programa electoral. Pero, sobre todo, no habrá mas justicia social si no hay más justicia fiscal . Algo muy alejado de los planteamientos conservadores que confían en la fabula de que la bajada de impuestos( a los más ricos) genera empleo (sin entrar en la calidad del mismo) y aumenta la recaudación de recursos públicos, garantizando las pensiones públicas. Claro que ,al final de este interesante debate, mi interlocutor me reconoció que, en realidad, lo que había que promover eran las pensiones privadas... y que a lo mejor lo de eliminar las autonomías no era tan relevante... No infravaloremos los argumentos simples con los que la ultraderecha está avanzando en nuestro país . La verdad nos hará fuertes: pero hay que garantizar que llegue a todo el mundo...