Los cinco principales candidatos a la Presidencia del Gobierno en las elecciones del 10 de noviembre han debatido durante cerca de tres horas sobre los asuntos más importantes que afectan a España: Cataluña, empleo, igualdad, cambio climático, memoria histórica, pensiones, posibles coaliciones... Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal han puesto encima de la mesa pocas propuestas y muchos reproches contra el presidente en funciones, Pedro Sánchez. Lo que no se esperaba nadie es que Sánchez anunciara una medida para frenar el independentismo: recuperar el delito de convocatoria de referéndum ilegal. Una advertencia al soberanismo de que vienen medidas duras tras el 10N. Tras el debate, todas las encuentas de los grandes medios y también de La Sexta dieron a Pedro Sánchez como claro ganador, ya que no entró al cuerpo a cuerpo y fue capaz de anunciar novedades en materia económica, de vivienda, de juventud y de inversion en Transición Ecológica, entre otras numerosas propuestas.
🔴En este enlace puede ver resultados de más de diez encuestas sobre el debate electoral 10N.
Tras el debate, llega siempre el post debate que en algunas ocasiones es incluso más importante. Una de las primeras conclusiones extraídas por la encuesta de La Sexta, es que un 8% de los encuestados aseguran que cambiarían a dia de hoy su voto. De ellos el grupo mayoritario con diferencia, un 28% se iría al PSOE. El primero en salir del plató de televisión fue el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez que valoró ante los periodistas su participación en el debate. El líder de los socialistas afirmó sentirse satisfecho por su intervención dejando numerosos e importantes anuncios como el de nombrar a Nadia Calviño vicepresidenta económica de su futuro Gobierno. También explicó sus recetas para acabar con el bloqueo político y aseguró que todos debían comprometerse a dejar gobernar a la lista más votada si no había acuerdos entre partidos que llegaran a una mayoría absoluta.
El secretario general de los socialistas también se defendió de los ataques del resto de candidatos. Pablo Casado quiso arrinconar al presidente con los pactos con los independentistas, pero Sánchez solventó con soltura sus cara a cara con el líder del PP al remarcar que si hay una repetición de elecciones es porque no quiso pactar con los independentistas. Pedro Sánchez aprovechó muy bien sus intervenciones para explicar los numerosos temas que su gobierno ha conseguido aprobar en los últimos 17 meses: subida del SMI, recuperación del subsidio para mayores de 52 años, mejora de las condiciones de los autónomos, subida de pensiones, etc. Y el presidente Sánchez también se defendió muy bien de los ataques de sus contrincantes políticos. Sánchez puso al resto de candidatos frente a sus contradicciones a que unos le acusan de pactar con los independentistas, otros de querer pactar con la derecha, y otros, incluso de tener un pacto con la ultraderecha de Vox. Sin embargo, el secretario general de los socialistas puso en evidencia a todos ellos porque bloquearon al ganador de las elecciones de abril y han obligado a los españoles a tener que votar nuevamente.
Pablo Casado quiso debatir con Pedro Sánchez de tú a tú, pero enseguida se vió que al líder de los populares le quedan años de aprendizaje en la oposición. Estuvo parco en propuestas el presidente del Partido Popular y ocupó gran parte de su tiempo en intentar poner en aprietos a Sánchez, sobre todo con el tema catalán. Estuvo previsible y sorprendido cuando sus socios de gobierno en la Comunidad de Madrid, Murcia, Andalucía o Castilla y León le atacaron. No esperaba Casado que Albert Rivera le volviera a sacar la corrupción de su partido o que le culpara de que su partido es muy parecido al PSOE. Santiago Abascal también arremetió contra el Partido Popular y dijo algo demoledor para los de Casado; que dejó el PP porque vio por dentro que era un partido que no servía al interés general de España.
Albert Rivera comenzó su "numerito" sacando un adoquín que se lanzó a los Mossos en los disturbios de Barcelona. También sacó la consabida lista en la que dijo que se resumían la cantidad de competencias que tanto PP como PSOE dieron a los independentistas catalanes durante años. El líder de Ciudadanos estuvo sobre actuado y quiso entrar en discusión con todos los candidatos. Sabe Rivera que su formación puede ser la más perjudicada por la repetición electoral que, además, tuvo en su mano evitar.
Pablo Iglesias quiso estar con la mano tendida a Sánchez, pero a la hora de la verdad cuando el presidente le dijo que Unidas Podemos ya ha impedido en cuatro ocasiones que España tenga un Ejecutivo progresista. Iglesias, que suele desenvolverse bien en estos debates, no tuvo respuesta. Su minuto de oro, leyendo una carta de una chica valenciana, fue previsibe y poco creíble.
La novedad del debate fue la participación, por primera vez, de la ultraderecha con el líder de Vox, Santiago Abascal. El ultraderechista se limitó a lanzar mensajes a sus posibles votantes y puso encima de la mesa su mensaje populista que supone un ataque frontal a la Constitución Española. Abogan por la eliminación de las Autonomías, ilegalización de partidos independentistas, negación de la violencia de genero, etc. Sus intervenciones estuvieron llenas de xenofobia, racismo, machismo, en definitiva, lo esperado.
Las encuestas dicen que Pedro Sánchez es el ganador indiscutible del debate. A pocos minutos de acabar, la Sexta hizo público su barómetro en el que el 36% de los encuestados consideró al presidente del Gobierno en funciones como el ganador. Los analistas políticos también consideraron que Sánchez fue el ganador porque pudo ponerse en el papel presidencial y solventó con facilidad los ataques del resto de candidatos. Además, se defendió atacando y los anuncios que hizo Sánchez tuvieron una gran repercusión.