Publicado el 21 de septiembre a las 19:41
El anuncio de la repetición de las elecciones generales, solo cinco meses después de la anterior convocatoria, provoca una lógica reacción negativa en los ciudadanos, a los que se pide que voten por cuarta vez en cuatro años. Algo inédito en España, donde la mayoría de las legislaturas han agotado su duración normal , a diferencia de lo acaecido en otros países como Italia. El PSOE es el partido político que obtuvo el respaldo mayoritario en abril, y el que menos interés tenía en esta nueva convocatoria, a pesar de la opinión expresada por muchos tertulianos, dada la supuesta ventaja electoral que muestran las encuestas.
🔴Por Cristina Narbona, Presidenta del PSOE
Más allá de cualquier cálculo partidista , a los socialistas nos preocupan, y mucho, las consecuencias negativas de esta prolongada paralización de la acción del gobierno , sin capacidad legislativa ni apenas margen presupuestario, y por lo tanto sin poder seguir atendiendo las urgencias sociales que constituyeron las prioridades del gobierno de Pedro Sanchez: garantizar mayor justicia social a partir de mayor justicia fiscal, aumentar las pensiones para mantener el poder adquisitivo de los jubilados, incrementar significativamente el Salario Mínimo Interprofesional, erradicar el machismo y combatir la violencia de género, reducir la pobreza infantil, recuperar talento para abordar desde la ciencia y la innovación los desafíos del siglo XXI, implementar una transición ecológica justa ....
Para avanzar en esta agenda progresista , es necesario un gobierno con plena capacidad para legislar, para aprobar presupuestos y para actuar en las instancias internacionales en defensa de los intereses de España. Así que nadie se equivoque: los socialistas hemos intentado evitar una convocatoria electoral , que seguramente sólo le interesa ahora a los tres partidos de la derecha - una vez que han puesto de manifiesto su capacidad para gobernar juntos- animados por la eventualidad de sumar más votos que los partidos de izquierda.Y valdría la pena ir a votar aunque fuera exclusivamente para impedir un gobierno de la nación condicionado por los ultraconservadores , cuya influencia ya se está notando en la gestión de las Comunidades Autónomas de Madrid, Murcia y Andalucía , así como en el ayuntamiento de Madrid.
Pero,sobre todo, es positivo que los ciudadanos puedan votar en noviembre con más información de la que tenían en abril , en relación con las verdaderas posiciones de cada uno de los partidos políticos. En esta nueva campaña electoral, algunos tendrán que adecuar sus propuestas -si no quieren engañar a los votantes- a la evidencia de sus prioridades en gobiernos autonómicos y locales. En particular, Ciudadanos no podrá mantener los compromisos propios de una fuerza de centro y liberal, identificada con la regeneración democrática , una vez que ha optado por apoyar al PP en territorios donde este partido ha gobernado durante décadas con una pesada losa de corrupción. Y difícilmente será creíble si quiere aparecer como defensor de las libertades de las minorías, hoy amenazadas por la actuación de Vox, aceptada tácitamente por Ciudadanos, y de forma explícita por su socio, el PP.
Tampoco será fácil que Unidas Podemos resulte convincente en su reiterada defensa de los derechos “de la gente” , tras haber rechazado incluso la oferta socialista de un gobierno de coalición ,que habría permitido ya hace tres meses la constitución de un gobierno progresista...
Los socialistas nos presentaremos con un programa electoral prácticamente idéntico al del 28 de abril , enriquecido con las aportaciones de centenares de organizaciones y de expertos . Nos avala la coherencia de este programa con las decisiones adoptadas por el gobierno de Pedro Sanchez. No hemos aceptado una investidura a cualquier coste , en contra de las reiteradas acusaciones sobre nuestra ansia de gobernar con pactos espúreos . Y nos presentaremos con una renovada voluntad de diálogo con aquellas fuerzas políticas que compartan elementos cruciales de nuestro ideario- incluida la defensa de la integridad de España - , y que puedan contribuir a la estabilidad y la fortaleza del gobierno de izquierdas que necesita la mayoría de los españoles.