Un hombre ha confesado haber matado a tiros a su exmujer, a su exsuegra y a su excuñada en Cordeiro, una parroquia de Valga, en Pontevedra. El suceso ha tenido lugar en presencia de sus hijos menores, de cuatro y siete años de edad.

Tras cometer el crimen, José Luis Abet, vecino de Bertamiráns, en el municipio de Ames (A Coruña), se ha desplazado a su domicilio, desde donde ha llamado a la Guardia Civil para confesar los hechos.

Los agentes se personaron en su casa para detenerlo y conducirlo al cuartel de esta localidad, ubicada a unos 20 kilómetros del lugar del triple asesinato, tal y como ha confirmado el instituto armado.

La exmujer del detenido tenía 39 años, mientras que la madre tenía 58 y la hermana 27 años. Al parecer, se encontraban en trámites de separación y no constan denuncias previas ni órdenes de protección en vigor.

40 mujeres asesinadas en lo que va de año

Este no es el primer crimen machista que se registra en Valga en lo que va de año. La localidad, de solo 6.000 habitantes, sufrió otro caso en Setecoros, otra parroquia de la localidad, el pasado 10 de marzo, cuando un hombre de 47 años asesinó de un tiro de escopeta de caza a su mujer de 43 y después se suicidó.

Cuarenta mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España en lo que va de 2019, 12 más que en el mismo periodo del año anterior, según el balance de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, actualizado a 19 de agosto.

Con ellas, son 1.015 las mujeres muertas desde el 1 de enero de 2003, cuando se empezaron a contabilizar oficialmente. Por comunidades, Andalucía encabeza el listado con nueve mujeres asesinadas, seguida de Canarias y Comunidad Valenciana, con seis. Por edades, el grupo más numeroso con 17 víctimas es el de mujeres entre 41 y 50 años; en segundo lugar, con ocho víctimas, el grupo de entre 21 y 30 años. Veinticinco de las víctimas mortales eran españolas y solo en ocho casos había denuncias previas contra el agresor.

Recordamos que el 016 es el número de atención a las víctimas de violencia de género, un teléfono que no deja huella en la factura, pero que se recomienda borrarlo del registro de llamadas.