Los gestos de solidaridad humanitaria de los gobernantes, siempre que obedezcan a convicciones y no a conveniencias, son muy importantes porque educan en valores a la ciudadanía y porque expresan otra forma de entender y gestionar la política. Se trata de darles forma en un marco planificado de cooperación.
En relación con la polémica del Open Arms, es necesario señalar que el objetivo n. 8 ( de 23) del Acuerdo Mundial de 150 Estados en Marrakech, para la Migración Segura, Ordenada y Regular, promovido por la ONU en 2018 y firmado por España, establece que hay que salvar las vidas de los migrantes. Pero debemos analizar el enfoque integral y el conjunto de los compromisos para llevarlos a la práctica.
Considerando la complejidad de este problema global, he leído el contenido de los 23 objetivos del Acuerdo de Marrakech, así como su desarrollo en planes y medidas para su aplicación. También, para comprender mejor la dimensión del desafío, uno más de la globalización, he repasado en archivos las diferentes declaraciones de los lideres europeos sobre las Migraciones y las resoluciones más recientes del Consejo Europeo.
He trabajado en concreto sobre: las razones de quienes hablan de un efecto llamada de los rescates por parte de barcos de las ONG’s; la derogación en la cumbre del 28 de marzo de 2019 del plan Sophia sobre la accion de buques militares en auxilio de embarcaciones en el Mediterráneo, ante la actitud de Salvini; el funcionamiento de los cupos acordados de distribución de migrantes; la reforma del sistema de Dublin; las ayudas económicas de la UE a Turquía, Libia y Marruecos para la externalización de las fronteras de Europa, lo que se traduce en impedir la salida de pateras desde sus costas; y las significativas declaraciones en El País (19 de julio de 2019) de la próxima Presidenta de la Comisión Europea, Sra Úrsula Von der Leyen.
Mi reflexión se ha centrado en las claves de la Cumbre del Consejo Europeo de 29 de junio de 2018 que alcanzó, debido a las presiones de Italia y otros gobiernos populistas, un acuerdo de mínimos. Con él se trataba de dar una respuesta europea a la crisis migratoria, basado solo en la buena voluntad de los Estados miembros y el refuerzo para blindar las fronteras exteriores. Acuerdo decepcionante y explicativo de lo que viene sucediendo, a pesar de los esfuerzos e iniciativas del Presidente Pedro Sánchez y la diplomacia española.
En mi opinión, es preciso un debate serio y transparente sobre un problema, plagado de contradicciones, que no se agotará con una deseable solución humanitaria para el Open Arms. Aunque la opinión pública progresista parece no ser consciente de que no sirven ni el buenismo ni el voluntarismo; hay que regular y ordenar los flujos migratorios.
Estamos ante otro gran desafío europeo y mundial. Y la Socialdemocracia ha de liderar la respuesta del documento de la ONU para una nueva Gobernanza del problema de los flujos migratorios, impulsando politicas institucionales concretas que deben acordar las instancias de la UE. Pensemos, también, en un tiempo de transición hasta que se empiecen a crear los fondos y aplicar las medidas del Acuerdo de Marrakech y de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
En cualquier caso, no hay que dejar esa problemática sometida a la manipulación del populismo y los nacionalismos extremistas. La izquierda, ante el problema global de las Migraciones y en especial de los refugiados, necesita un debate clarificador urgente y a fondo para cohesionar su política.
ARTÍCULO PUBLICADO POR ODÓN ELORZA DIPUTADO SOCIALISTA POR GIPUZCOA EN SU BLOG: https://odonelorza.com