La que fuera todopoderosa lideresa de la formación en la Comunidad de Madrid y presidenta de la Región, Esperanza Aguirre, durante más de una década no ha sido nunca imputada en los varios casos de presunta financiación ilegal y desvío de fondos público que implican a cargos de la Administración Autonómica que ella dirigía. Ahora la fiscalía anticorrupción acaba de pedir que la dirigente sea investigada por el presunto desvío de 25 millones de euros hacia su partido desde las Consejerías de sus distintos gobiernos.
Los tribunales madrileños llevan más de diez años investigando la gestión de los distintos Gobiernos de la Comunidad de Madrid liderados por el Partido Popular y por la que fuera todopoderosa lideresa de la formación Esperanza Aguirre, sustituida después por su mano derecha, Ignacio González.
En todos estos años, los casos Gurtel, Lezo, Púnica, Campus de la Justicia, Canal de Isabel II, han ido dando a conocer las numerosas irregularidades y el desvío de fondos públicos que acababan, presuntamente, en las cuentas corrientes de los dirigentes populares y de la formación. Jueces instructores, fiscales anticorrupción, policías y guardias civiles han ido poniendo al descubierto las prácticas utilizadas en las consejerías de la Administración Regional y en empresas públicas como el Canal de Isabel II por las que se conseguían los fondos necesarios para destinarlos a las campañas electorales de los populares.
La lista de sospechosos, imputados e incluso sentenciados es larguísima y recorre casi todos los escalafones de poder del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Ignacio González, Alfredo Prada, Francisco Granados, Salvador Vitoria, Alberto Lopez Viejo o Lucía Figar ocuparon vicepresidencias y consejerías entre el 2003 y el 2015 y todos ellos han sido investigados, imputados y algunos han pasado ya muchos meses en prisión preventiva por su participación, supuestamente, en todos estos casos. También hay alcaldes y concejales entre los implicados.
Sin embargo, la jefa de todos ellos, la que les nombró y a la que, en teoría, debían dar explicaciones de sus gestiones al frente de las instituciones regionales, Esperanza Aguirre, ha ido sorteando todos estos años su imputación. A pesar de que muchas pruebas apuntarían hacía ella, los tribunales no han podido aún citarla para pedirle explicaciones. Ahora, la Fiscalía Anticorrupción han decidido pedir la imputación de la expresidenta por uno de los casos que se investigan en piezas separadas. Se trata de la financiación ilegal del PP a través de empresas contratistas que trabajaban con la Comunidad. El ‘modus operandi’ era sencillo. La Administración adjudicaba contratos públicos a ciertas empresas y estas a cambio, supuestamente, del favor remitían jugosos porcentajes de los beneficios al Partido Popular que empleaba el dinero en campañas electorales y campañas de reputación on line para sus líderes. La fiscalía considera que el dinero desviado se eleva a 25 millones de euros durante todo este tiempo.
Sin embargo, la petición de la fiscalía no significa que Aguirre tenga que dar explicaciones de su gestión ante la justicia. No es la primera vez que las pruebas apuntan a Aguirre y que se pida la imputación de la líder popular. Hace unos meses, el juez Manuel García Castellón rechazó la imputación de Aguirre en el caso que investiga la construcción de un campo de golf en terrenos del Canal de Isabel II y que supuso un significativo negocio para familiares del entonces vicepresidente Ignacio González.
Otro de los casos que también consiguió sortear Aguirre fue el de financiación ilegal del PP a través de Fundescam. Se demostró que la campaña electoral de Aguirre recibió fondos ilícitos, pero los hechos habían prescrito. La expresidenta eludió sus responsabilidades con la ya famosa frae ‘Pío, Pío que yo no he sido’. Era la época en la que el ex presidente del Senado Pío García Escudero era presidente del PP de Madrid.
El caso Gurtel también puso en el centro de la polémica a Aguirre. En 2009 estalló este caso que acreditó la adjudicación ilegal de decenas de contratos a empresas de Francisco Correa. El procedimiento consistía en dar contratos a dedo a estas empresas para organizar actos de propaganda institucional de la Comunidad de Madrid y de la propia Aguirre. El ex consejero de presidencia Alberto López Viejo era del que dependía todo y ya fue condenado a más de 30 años de cárcel.
La lista de casos es larga y los procedimientos en cada uno de ellos parecido. Adjudicaciones a dedo, sin control, y son supuestos sobrecostes que en algunas ocasiones acababan en cuentas en Suiza a nombre de dirigentes populares. O la compra de sociedades extranjeras, como el caso del Canal de Isabel II y la adquisición de una sociedad brasileña con un evidente sobrecoste.
Y de todo ello salió indemne Esperanza Aguirre. Cuando abandonó la política lo hizo justificándose y afirmando que “no vigiló lo que debía”. Otras veces habló de ‘manzanas podridas’. Pero lo cierto es que los equipos de los que se rodeó han tenido que dar explicaciones de todas estas tramas corruptas. Todos han pasado por los tribunales menos ella. Quizás ahora le ha llegado el momento de dar cuenta de todo ante la justicia.
CIFUENTES AFIRMA ESTAR PAGANDO POR “HABER LEVANTADO LAS ALFOMBRAS”.
La expresidenta Cristina Cifuentes, que sucedió a Ignacio González y Esperanza Aguirre al frente de la Comunidad, fue una de las víctimas de la corrupción del PP.
Ahora, tras saberse que la fiscalía anticorrupción pide la imputación de Aguirre, ha lanzado un enigmático mensaje a través de sus redes sociales. Para ello ha utilizado una cita del primer presidente americano, Georges Washington, “la verdad prevalecerá, para traer la luz donde haya pesares”.
Cifuentes estuvo involucrada en casos de pagos irregulares desde la Fundación Fundescam a determinados empresarios madrileños que en 2007 ingresaron importantes cantidades de dinero. También se vio afectada por presuntas irregularidades por la adjudicación del servicio de cafetería y comedor de la Asamblea de Madrid que recayó en Arturo Fernández.
Cifuentes cayó por la presión del caso de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos y por las imágenes en las que se le veía sustrayendo unas cremas de un establecimiento cercano a la Asamblea madrileña. Ella siempre ha considerado que fue el centro de los ataques porque nunca “bailó el agua de algunos” y porque “levantó las alfombras” cuando llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Estos casos, cree que fueron “fuero amigo” es decir alentados por sus propios compañeros de partido para apartarla, como finalmente sucedió.
Todos los problemas judiciales del PP finalmente le llevaron a perder las elecciones el pasado mes de mayo. Sin embargo, los populares no han perdido el poder. Ciudadanos y Vox han decidido que el PP merece seguir al frente de la Comunidad de Madrid y en breve harán a Isabel Díaz Ayuso presidenta de la región. Pero los próximos cuatro años se prevén convulsos ya que se irán conociendo las resoluciones de muchos de estos casos. Veremos como Ciudadanos, que formará coalición con el PP reacciona ante todos estos acontecimientos.