Ciudadanos empezó definiéndose como partido liberal de centro izquierda, en ocasiones rozando la socialdemocracia por alguna de sus orillas. Una ideología que fue cambiando progresivamente en función de por dónde marcaban las tendencias las encuestas. Incluso mimetizó dos tipos de pensamiento hasta tener únicamente el del oportunismo del momento. Desde hace tres años, el único discurso que tiene es el de Cataluña y el separtatismo, así marcarle casi siempre el ritmo el Partido Popular a quien aspira a sorpasar y convertirse en segunda fuerza más votada.
Durante estos últimos meses, hemos podido ver envueltos a los principales dirigentes de Ciudadanos en diversos escándalos, que nada tienen que ver con la política. Inés Arrimadas, es una de las principales dirigentes quemadas por Albert Rivera. De ser una brillante oradora en el Parlament de Cataluña, se ha quedado con la reputación de "follonera" al acusársele de armár bronca allá por donde va, generadora titulares que no contribuyen a ampliar la imagen de Ciudadanos.
- Concretamente, Castilla y León, es un lugar de vergüenza para Ciudadanos. Allí ha protagonizado pucherazos que rozan lo mafioso en sus ‘primarias’ para la candidatura a la presidencia de la comunidad. Con un candidato que es más conocido por las mentiras que lanza que por su propio nombre y por hacer todo lo contrario a lo que dijo en campaña y que ha fagocitado al PP de Mañueco, quedándose únicamente en sillones previos a la “muerte naranja en CyL". Pero al final, Rivera habla de intransigencia y falta de diálogo cuando unas horas antes él mismo se cargó a sus voces críticas en su propia Ejecutiva, ampliandola únicamente para apuntalarse en el poder. Un poder que el propio Albert ha querido que sea únicamente de ocho años, cuando él ya sabemos cuánto lleva “liderando” Ciudadanos.
Prueba de todo esto fue lo acontecido en la pasada manifestación del orgullo LGTBI+, en la que aprovechó para provocar, no aceptar que su cinismo con los derechos de la diversidad no colaban, y acabar intentando ir de víctima.
El propio Rivera y sus nervios incontenible, su delirio al acusar de banca al Gobierno y de jefe de la banda al Presidente del Gobierno, a día de hoy casi es más noticia en las páginas del corazón, por su noviazgo con la cantante Malú, que por contribución a la polícita española. Que no es otra que haber dado un balón de oxígeno al derrotado Casado del Partido Popular y dado paso en las instituciones a la extrema derecha de Vox. Así como vetar a que haya un gobierno en España.
Tampoco se entiende como Ciudadanos, que triunfó en las pasadas elecciones catalanas al ser el partido más votado, se negara a negociar con nadie, y decidiera no ir a la investidura. Para más inri, y quizá para evitar que el liderazgo de Arrimadas creciera demasiado en Cataluña, Ribera ha decidido traérsela a Madrid. Una vez aquí, lo primerto que ha hecho ha sido quemarla. Otro líder, en este caso lideresa, que no le hará sombra al jefe máximo. Algo tendrá que ver, que les haya superado, según las encuestas, el Partido de los Socialistas de Cataluña y que el PP catalán recupere terreno perdido… quizás eso a la señora Arrimadas ya no le haya hecho tanta gracia.
Cada vez son más los que afirman que CS, que vino con fuerza para "regnerar la democracia" puede acabar como UPyD. Se ha negado a ejercer de un provilegiado papel de partido bisagra, ser un partido bisagra, y se ha convertido en partido de oxígeno para la derecha y la ultraderecha.
Ya ha apartado a Arrimadas como portavoz de la Ejecutiva y cara visible. Ya ha caído Ciudadanos en las encuestas. ¿Cual será el paso siguente en su camino hacia ninguna parte?