Publicado el 30 de julio a las 17:06
Comprendo perfectamente a muchos ciudadanos muy frustrados, e incluso muy enfadados, contra los "políticos" que no han sido capaces de entenderse. Y que, a causa de esa incapacidad, quizás, van a volver a pedirles el voto el próximo mes de noviembre. Lo que significaría, en el mejor de los casos, que no habría nuevo gobierno hasta enero del próximo año...
Así que, de entrada, asumo con sincera humildad mi parte de responsabilidad. Y la mejor forma de asumir responsabilidades es la de contribuir a superar la situación de bloqueo en la que nos encontramos. De entrada, compartamos que nadie debería desear nuevas elecciones generales. Nadie, por supuesto, salvo quienes antepongan intereses partidistas al interés general; quienes crean que sus resultados electorales podrían ser mejores que los que han conseguido en la consulta del pasado mes de abril. Dichos intereses no deben, a mi juicio, justificar la parálisis legislativa y las restricciones presupuestarias, que afectan negativamente a tantos ciudadanos y ciudadanas. Y lo decimos precisamente hoy, cuando el CIS refleja un previsible incremento de voto para el PSOE.
A los socialistas nos votaron , entre otras muchas cosas, para que en España se redujeran las desigualdades -en particular entre el ámbito urbano y el rural- para que abordásemos reformas cruciales -en el mercado de trabajo, en el sistema público de pensiones, en la fiscalidad, en la educación ...Nos votaron para que se recuperasen derechos gravemente dañados por las políticas austericidas del Partido Popular - en la atención a la dependencia, en la universalizacion de la sanidad pública, en la prevención y el apoyo a las víctimas de la violencia de género-; nos votaron para que España no pierda otra vez el tren del avance científico y de la innovación, para que se reconozca la emergencia climática - como están exigiendo ya los jóvenes de todo el mundo-y para que se pueda llevar a cabo con éxito la necesaria transición ecológica de nuestra economía, de forma justa, sin dejar a nadie atrás...
Y nos votaron también , para que España promueva en la Unión Europa una actualización del pacto social, de aquello que el presidente en funciones definió en su discurso de investidura como “la promesa de la izquierda”: una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales, en armonia con la naturaleza”..
Ninguno de esos desafíos se resolverá sin las políticas adecuadas , por el contrario, el paso del tiempo los agravará. Somos conscientes de ello, y fuimos la fuerza mas votada,la que obtuvo el mayor caudal de confianza. Por eso, nuestro empeño prioritario, en estos momentos, es el de conseguir evitar la repetición de las eleccciones generales. Y para ello, reclamamos, de todos los grupos parlamentarios, un ejercicio de responsabilidad. Les pedimos que permitan, como mínimo con su abstención -en el supuesto de que no compartan en absoluto nuestras propuestas programáticas- que el gobierno pueda comenzar a ejercer plenamente sus funciones. Lo necesitan los ciudadanos, en particular los más desfavorecidos, pero también las empresas, que requieren de seguridad jurídica y de estabilidad regulatoria para tomar decisiones sobre sus inversiones y sobre su creación de empleo.
Todo lo anterior significa que el PSOE quiere gobernar de acuerdo con sus compromisos electorales, sin depender del voto de los partidos independentistas. Pero no queremos, en absoluto, “virar a la derecha”, como algunos argumentan, como si pedir la abstención al PP y a Ciudadanos significase renunciar a nuestras convicciones. Por cierto, entre nuestras convicciones quiero destacar aquí nuestra voluntad de convencer a una cada vez más amplia mayoría de catalanes de las ventajas de pertenecer al proyecto ambicioso que planteamos para el conjunto de España.
De poco sirve ahora ahondar en los desencuentros , intentando atribuirse unos a otros los errores más importantes del fallido proceso de negociación. Los votantes progresistas, votantes del Psoe o de Unidas Podemos, merecen nuestro esfuerzo. Si el gobierno de coalición no ha sido posible, hay otras opciones, como por ejemplo un gobierno socialista en minoría pero con acuerdos programáticos y parlamentarios debidamente supervisados, que resulten coherentes para Unidas Podemos . Un modelo análogo al existente en Portugal y en Dinamarca . Y no hay vacaciones que lo impidan... >