La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, ha vuelto a ofrecer a Unidas Podemos la fórmula de “apoyar al gobierno con objetivos concretos” que era la idea inicial de los socialistas y que sectores del partido de Iglesias, como IU o Anticapitalistas, siguen reclamando con insistencia. Sin embargo, el líder de Podemos acusa al PSOE de no haber querido negociar ni de tener “un proyecto para este país”.
Pablo Iglesias sigue en el punto de mira de todos. Tras el fracaso de la investidura de Sánchez tras no acordar un Gobierno de coalición entre Podemos y el PSOE ha devuelto a todos a la casilla de salida. Pero hay algo que permanece imperturbable: De la flexibilidad o dureza de Iglesias en los dos próximos meses frente al PSOE depende de que la repetición electoral sea una realidad o no.
Cada vez más sectores del partido de Iglesias son proclives a sentarse con el PSOE para acordar un programa que lleve a la práctica políticas de izquierdas. Dentro del grupo parlamentario de Podemos, los seis diputados de IU levantan cada vez más la voz para que primero se hable de programa y después de la forma de llevarla a cabo, sin líneas rojas, sin vetos, sin condicionantes. Para el grupo que encabeza Alberto Garzón, este país no puede permitirse dar una nueva oportunidad a la derecha para que recupere el poder y la gente está a la espera de que el próximo Ejecutivo recupere derechos sociales y conquiste otros nuevos para los trabajadores y trabajadoras. Para IU es más importante obligar al Gobierno a subir el SMI, a limitar los precios de alquiler, a poner en marcha una política fiscal más equitativa… Como ejemplo tienen los once meses que se gobernó en España desde la moción de censura, un tiempo en el que se consiguieron avances significativos.
En contra de este argumento están personas como Pablo Echenique para quien un gobierno a la portuguesa se vio que no funcionó. El encargado de negociar con el PSOE el posible acuerdo de coalición afirma que los socialistas no cumplieron todo lo pactado con su formación política la pasada legislatura y por eso dice que la mejor forma de garantizar que ahora sí se cumplan los acuerdos es estar dentro del Gobierno. Pero reconoce que las negociaciones que el mismo encabezó dieron vergüenza ajena. Echenique achaca la situación al poco tiempo que tuvieron para negociar y avisa al presidente en funciones que esto no se puede volver a repetir por lo que considera que “no se deje todo para el último minuto”. Por tanto, apuesta por empezar sobre la base de lo que acordaron las semanas pasadas y cerrar un acuerdo que por lo que se conoció después no estaba lejos de conseguirse. Pero los socialistas afirman que ese acuerdo decayó con la investidura y el PSOE está dispuesto a ir más atrás y situarse nuevamente en el gobierno de cooperación, cerrando la puerta a Podemos al Consejo de Ministros. Desde luego, razones tienen para pedirlo ya que la confianza entre los líderes y los grupos de trabajo de ambos partidos ha quedado reducida a la nada.
La Vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, otra de las negociadoras de estas semanas, ha lanzado a Unidas Podemos una nueva oferta este mismo martes. En una entrevista en RNE, la dirigente socialista apuesta por un acuerdo programático entre las dos formaciones: “la fórmula de apoyar al gobierno con objetivos concretos es una buena fórmula, con mucha historia en Europa”, afirma. Y el ejemplo de Portugal vuelve a estar sobre la mesa “hay fórmulas en otros países muy ensayadas: donde otro partido de izquierda apoya el programa o una parte”.
Esta es la opinión también del sector Anticapitalista de Podemos donde se sitúan personas importantes del partido morado como la líder en Andalucía Teresa Rodríguez o el eurodiputado Miguel Urbán. Precisamente este lunes, la corriente lanzó un comunicado en el que reclama abiertamente una negociación con el PSOE de un programa con medidas concretas y pasar a la oposición sin entrar en el Ejecutivo. En el texto hecho público proponen un pacto legislativo con 20 demandas entre las que se incluyen la subida del SMI, la regulación de los precios del alquiler o la prohibición de despedir a trabajadores en empresas que tengan beneficios.
Pero Iglesias no parece inmutarse por las presiones que le llegan por todas partes, incluido su propio partido. Este lunes se conoció las impresiones del líder de Podemos a través de su programa de televisión Fort Apache, grabado un día antes de la segunda votación de la investidura de Sánchez. Y no dejó títere con cabeza al acusar al PSOE de no querer una verdadera negociación y de “no tener proyecto para este país”. Iglesias afirmó que “cuando alguien dice: yo quiero ser presidente del Gobierno con la abstención del PP y Cs y, si eso no puede ser, con Unidas Podemos, demuestra que no tiene proyecto para este país”.
Además, se muestra convencido de que el PSOE no ha querido discutir asuntos relevantes para los trabajadores ya que dice que “lo que hay detrás del PSOE con el mercado de trabajo es que no quieren subir los salarios (…) tampoco quiere garantizar las pensiones y no quieren defender el sector industrial”.
Incluso llega a decir que dentro del Partido Socialista “izquierda no significa nada, es un elemento cultural identitario en las campañas, pero, claro, cuando una formación no pelea el significante pero te pone permanentemente frente a políticas que tienes que hacer en esa dirección tienes un lógico problema de identidad”.