"Estamos decepcionados pero, por nuestra parte, seguimos queriendo un Gobierno de coalición" aseguró tras criticar que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, "en 80 días ha conseguido un sólo apoyo". "Para él, la culpa es de los demás, especialmente de Pablo Iglesias; no hay nada de autocrítica", lamentó Montero. Lo que Montero obvia en esta entrevista es que el resto de partidos regionalistas, ofrecieron su apoyo a Sánchez y el Psoe a condición de que salieran los números, es decir, de que UP añadiera sus votos a los del Partido Socialista.
"No hay vacaciones que valga, no hay que esperar a septiembre" insiste al pensar en las formaciones independentistas. Tanto desde ERC como desde el Partido Socialista se ha advertido a Unidas Podemos de la dificultad que llevar a cabo una investidura en septiembre, ya que en este mes tienen lugar diversas circunstancias relativas al conflicto territorial que se está viviendo en Cataluña. Para entonces, es muy probable que la sentencia del juicio del procés ya se haya hecho pública y sea una sentencia dura, todo ello sumado a que se trata del mes de la celebración de la Diada, lo que hace aún más difícil que los grupos independentistas puedan facilitar un Gobierno de Sánchez. Ante esta situación, Montero afirma que su partido está dispuesto a sentarse "ya" a negociar, pero no sabe si existe la misma voluntad por parte de los socialistas, a quienes considera que, siendo la fuerza más votada, les corresponde "liderar las negociaciones".
La portavoz parlamentaria de Unidas Podemos ha aseverado que su partido tiene intención de empezar las negociaciones "de cero" y ha adelantado que irán "sin líneas rojas"; incluso se muestra abierta a estudiar las ofertas que el Partido Socialista les ha ofrecido en las últimas 48 horas, a pesar de haber sido rechazadas por los de Iglesias. "Si empezamos a negociar de verdad un Gobierno de coalición todas las opciones son posibles para nosotras, incluso las que se han desechado", afirma.
Montero explica que no está del todo de acuerdo con el discurso que pronunció Gabriel Rufián este jueves en la Cámara Baja, donde apuntó que si finalmente había una repetición electoral, los votantes meterían a todos los partidos de izquierdas "en el mismo saco", y donde apuntó directamente a Pablo Iglesias y a Pedro Sánchez como culpables del fracaso en la investidura. "No estoy de acuerdo en ese reparto equidistante de culpas que hacía ayer Rufian. La equidistancia es una condición para que las formaciones no asuman su responsabilidad. Si al final todo el mundo tiene un poco la culpa, ¿qué más da que apartes a tu líder? ¿qué más da que se manipulen documentos de las negociaciones? Al final las formaciones no asumen las culpas".
También se ha referido la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso a la posibilidad de que Izquierda Unida pudiera haber roto la disciplina de voto del grupo en la sesión de investidura. "Nosotros somos una fuerza confederal, con formaciones que toman decisiones de manera autónoma y que luego llegan a consensos sobre cómo actuar. Esto a veces es traducido como crisis y guerras, pero no es la lectura correcta. Esto pasa muchas veces. Trabajamos unidos dentro de la diversidad. Para nosotros es natural que tomemos las decisiones de forma autónoma y que luego lleguemos a consensos".