La Asamblea de Madrid ha vivido un nuevo capítulo nunca antes vivido con la celebración de una sesión de investidura sin ningún candidato porque así lo decidió el presidente de la cámara, Juan Trinidad, de Ciudadanos, que ha retorcido el reglamento para que se produzca este inédito pleno.
Los portavoces de todos los grupos políticos con representación en la Asamblea han tenido diez minutos para expresar sus posiciones y con ello ha comenzado a correr el reloj que marca la repetición de las elecciones. Si en dos meses no hay acuerdo de las derechas, los madrileños y las madrileñas tendrán que volver a votar.
Ángel Gabilondo, del PSOE, ha sido rotundo al afirmar que “había candidato, lo que ha faltado es que el presidente lo haya propuesto”. El líder socialista sigue reclamando una vez más su derecho a defender su proyecto en una investidura ‘de verdad’.
Gabilondo ha reivindicado sus 880.000 votos, sus 37 diputados y los 64 apoyos que ha podido aglutinar a su alrededor.
“Por el contrario, más bien parece prepararse únicamente la llegada, o el advenimiento, a quien representa la continuidad de estos años y de estas políticas que tanto tienen que ver con la gestión ineficiente ante la necesidad de las reformas”, ha criticado.
Ha dejado claro el socialista que “ni he renunciado ni renuncio a mi derecho a ser propuesto como candidato”. Y ha criticado a Juan Trinidad por su interpretación “del mandato estatutario y reglamentario”.
La candidata del PP a presidir la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, se ha presentado ante el pleno con un acuerdo con Ciudadanos y su líder Ignacio Aguado que aglutina 56 votos, muy lejos de la mayoría absoluta necesaria para ser viable. Para ello necesitan los doce votos de los parlamentarios de la ultraderecha de Vox que no están dispuestos a dar un cheque en blanco a sus dos socios de la derecha. Ayuso ha asegurado que lo ha intentado “todo” con Ciudadanos y Vox para poder alcanzar un acuerdo que mantenga a su partido cuatro años más al frente del gobierno regional. Pero no lo ha logrado porque Ciudadanos no quiere reconocer a Vox no solo como un interlocutor político sino como un socio necesario si quieren gobernar.
La líder popular ha afirmado que la autonomía no puede pararse “por una foto, una rueda de prensa o dos gestos desairados que solo responden a intereses partidistas”. La representante del PP, ha afeado a Vox su posición y les ha espetado que la región no puede ser “moneda de cambio de ninguna negociación que nada tiene que ver con los intereses de España”.
También ha aprovechado su tiempo para reivindicar los resultados de 24 años de políticas conservadoras poniendo a Madrid como una especie de ‘tierra idílica’ en la que todos los que viven aquí son felices y gozan de derechos que no se tienen en ningún otro lugar del mundo.
Por su parte, Ignacio Aguado, que sería vicepresidente de un posible gobierno de Isabel Díaz Ayuso, se ha dedicado a atacar al PSOE y a su candidato, Ángel Gabilondo, porque, dijo, que un posible Ejecutivo encabezado por el socialista se apoyaría en Errejón que “dice que hay que llevar más a Lenin en la cabeza que en las camisetas”.
Aguado ha dicho que los madrileños han dicho ‘no’ a un gobierno que suba los impuestos o que esté compuesto por Errejón y por Isabel Serra (Podemos) que en su juventud “atacó cajeros automáticos”.
El líder de Ciudadanos se ha dirigido a Vox a quien ha vuelto a pedir que “rectifique” porque aún hay tiempo y considera que “bloquear” un Gobierno de centro derecha sería una “irresponsabilidad”.
El candidato de Más Madrid, Íñigo Errejón, ha sido muy duro con la posición de Ciudadanos a quién les ha afeado que rechacen un “Gobierno de regeneración” y “corren a pedir el apoyo de Vox”. En su intervención ha recordado las numerosas manifestaciones públicas de dirigentes de Vox contra el colectivo LGTBI, contra el movimiento feminista y contra la inmigración para preguntarle a Aguado si de verdad quiere gobernar con aquellos que expresan estas ideas ultraconservadoras y propias de la extrema derecha.
Errejón ha dicho que Ciudadanos va en un coche con PP y con Vox pero quiere que la ultraderecha “viaje en el maletero” porque en el fondo de avergüenza de esos compañeros de viaje.
Por otro lado, ha puesto en valor la posición de su grupo que desde el primer momento tendió la mano a PSOE y Ciudadanos para que Madrid tuviera un verdadero gobierno de regeneración.
Isabel Serra, de Podemos, ha puesto en la diana de sus reproches a Ciudadanos a quien acusa de “mendigar votos” a la ultraderecha y ha tildado el pleno de este miércoles como de “infamia y descrédito”.
Serra ha puesto de manifiesto que este pleno solo servía para poner en marcha el reloj de dos meses para la repetición electoral y culpa a Ciudadanos y al presidente de la cámara de haber “hurtado” a los madrileños de un “debate democrático”.
Lo cierto es que el primer Pleno de Investidura de la Asamblea de Madrid solo ha servido para que cada formación política se ratifique en sus posiciones. El PSOE reclama su derecho a presentarse como ganadores de los comicios, pero el presidente de la Asamblea sigue bloqueando esta posibilidad. Mientras tanto, el PP, Ciudadanos y Vox han conseguido un tiempo extra para seguir acercando posturas. PP y Vox están en consonancia y los primeros no tendrían problemas en acceder a todas las peticiones de los segundos. PP y Ciudadanos ya tienen un acuerdo firmado. Lo único que falta es que la formación naranja e Ignacio Aguado asuman que en esta Legislatura en la que quieren gobernar lo deben hacer con sus socios de la derecha y de la ultraderecha… y no sentir vergüenza por ello.