PSN, Geroa Bai, I-E y Podemos se reúnen este viernes en el Parlamento foral para establecer un acuerdo que permita a la socialista María Chivite convertirse en presidenta de la Región Foral. En Euskadi y Navarra a nivel municipal tanto PNV, como PP y PSOE, han gobernado con la abstención de Bildu. Algo nada nuevo que ahora esgrimen como argumento de crítica los populares.
Este viernes, pasadas las diez de la mañana, representantes de todos los partidos de izquierdas de Navarra se reunían en el Parlamento para abordar una negociación que lleve a la socialista María Chivite a liderar un Gobierno progresista en la Comunidad Autónoma.
A su llegada a la institución, el representante del PSN, Ramón Azórriz, manifestaba su “convicción e ilusión” de conseguir cerrar un acuerdo de gobierno. Por parte de Geroa Bai, Javier Leoz, ha afirmado que faltan algunas cosas por negociar como el tema relativo al autogobierno o a la organización del trabajo parlamentario. Pero ha asegurado que los temas en los que existían diferencias entre las cuatro formaciones son ya “muy limitados”. Por parte de Podemos, Mikel Buil, ha reconocido que le va pasando factura el cansancio “tras horas trabajando”, pero ha destacado que lo primordial es “salir con un preacuerdo que poder exponer a nuestras bases y seguir avanzando”.
La posible viabilidad del gobierno de María Chivite necesita la abstención de Bildu para que salga adelante. Los socialistas ponen de relieve que desde el minuto uno han puesto como condición indispensable no sentar a la mesa de la negociación a la formación Abertzale. De hecho, este cordón sanitario a Bildu ha posibilitado que el Ayuntamiento de Pamplona esté ahora en manos de Navarra Suma. Y en la conformación de la Mesa del Parlamento navarro los socialistas no votaron al candidato de Bildu para el órgano de la cámara y si salió fue porque así lo acordaron con Geroa Bai.
De hecho, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmaba este jueves en una entrevista televisada que “ni el PSOE ha negociado con Bildu, ni va a gobernar con Bildu”. El secretario general de los socialistas quiso dejar claro que “las críticas por la posición del PSOE en Navarra son exageradas”.