Cuando el 28 de Junio de hace 50 años comenzaron las primeras manifestaciones en contra de las cargas policiales y detenciones ilegales en el pub Stonewall Inn en el barrio neoyorkino de GreenWich Village,nadie imaginó que esos hechos marcarían el punto de inflexión, y de rebelión, de un colectivo LGTBI condenado a la marginalidad y clandestinidad: Perseguidos y discriminados, bajo la prohibición de expresar afecto públicamente entre personas del mismo sexo o vestir ropas que no fueran “correctas” al género, el pub StoneWall Inn era un refugio, un oasis en la gran ciudad de la “America de la Libertad” pero que al mismo tiempo se las negaba.
Inspirado en el movimiento hippie,en el Mayo Francés del 68, en el rechazo mayoritario a la guerra de Vietnam, StoneWall fue a su vez la “excusa” y la cuna de una incipiente conciencia colectiva de sectores de la sociedad norteamericana que veía con urgencia reclamar el reconocimiento de derechos y de frenar el abuso y los atropellos del sistema policial y judicial que maltrataba especialmente a afroamericanos, gays, lesbianas, transexuales con leyes que incluían delitos de cárcel y reclusión por el sólo hecho de no ser “normal”.
Las protestas espontáneas y,por cierto violentas de aquel 28 de Junio de 1969 de StoneWall, contra las habituales redadas policiales persecutorias contribuyeron, sin duda, a la cohesión y organización del movimiento, a través de asociaciones de activistas o de periódicos defensores y promotores de sus derechos contra un sistema politico y judicial que les era hostil…
El activismo y las iniciativas politicas estas organizaciones como así también la marcha anual de cada 28 de junio en homenaje a StoneWall fue instalando, poco a poco, el debate en la sociedad norteamericana, primero, y luego a nivel internacional, sobre la necesidad de reconocer los derechos del colectivo LGTBI dentro del marco normativo alejando a sus integrantes de la marginalidad, la discriminación y la estigmatización a los que estaban condenados.
En España, el reconocimiento de los derechos Lgtbi llegó, cumpliendo su promesa electoral para las Generales del año anterior, por el gobierno socialista de Jose Luis Rodriguez Zapatero a instancia del activista Pedro Zerolo, el 3 de Junio de 2005 con la aprobación del Matrimonio Igualitario permitiendo, que gays, lesbianas, transexuales pudieran casarse, hecho que hasta esa fecha estaba prohibido por la legislación española. El rechazo de ciertos sectores de la Iglesia Católica que, incluso pidió el voto en las Generales del 2008 para el PP, como asi también en los sectores más conservadores de las sociedad, llevó al Partido Popular a presentar un recurso de inconstitucionalidad a dicha ley, el cual fue finalmente desestimado por el TC en 2012. De esta forma, tras Bélgica y Holanda, España se convertía en el tercer país en reconocer en su sistema jurídico la igualdad entre hombres y mujeres más allá de su orientación sexual. Hoy son más de 29 países que contemplan esta opción.
Sin embargo, 50 años de lucha y de activismo por la igualdad y la diversidad no parecen ser suficientes. Hoy vemos atónitos, como determinados grupos políticos ligados a la extrema derecha y sus socios en ayuntamientos y comunidades autónomas, se empeñan en promover “terapias de curación de la homosexualidad” o en palabras de Juan Pflüger, responsable de comunicación de VOX "lo de los gays no es amor, es vicio" como si de una enfermedad se tratase obviando que desde el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud ya no la considera como tal.
Asimismo, en una versión del siglo XXI de aquellas persecuciones de los años 50 y 60, desde el poder institucional que obtuvieron en las últimas elecciones ,exigen datos a los gobiernos de Andalucía o Valencia sobre las ayudas que perciben las asociaciones defensoras de los derechos Lgtbi , lanzan propuestas cómo la de Javier Ortega Smith que, en plena campaña electoral, manifestó su intención de retirar del centro la manifestación del Orgullo para trasladarla a la Casa de Campo y en las últimas horas en esa misma línea, escuchar cómo Rocio Monasterio, líder de la formación de Madrid ,trató de apestados a los miembros del colectivo lgtbi al afirmar que “Impregnan el centro de la ciudad de un hedor insalubre e insoportable ...”
En pocas palabras, su ideario se resumen en que hay que “limpiar” Madrid de gays, lesbianas, transexuales, hay que recluirlos y ocultarlos para que no se vean mucho ( o nada) y hacer un nuevo pub marginal StoneWall en la Casa de Campo pero, con un pequeño matiz…. 50 años después!
No obstante, si la “guetizacion” de Ortega Smith espanta, no es menos repudiable que la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, rechazara la misma puesto que no veía con buenos ojos que los gays se manifestaran en la Casa de Campo porque “Van familias” entendiendo que sólo cuentan con esta consideración las heterosexuales y negando, en una sociedad diversa y plural del siglo XXI, la existencia de tantas otras “familias”.
Una mención aparte merecen los que hasta ahora decían ser liberales y “de centro”, Ciudadanos. Mientras Albert Rivera ,Inés Arrimadas y los suyos no tienen prurito en pactar y obtener presidencias de parlamentos autonómicos, consejerías en ayuntamientos y comunidades gracias a los votos de la ultraderecha que promueve la curación de la homosexualidad, la reclusión en al Campo de Campo y que los tratan de apestados, pero luego se sorprenden que los organizadores del Orgullo Madrid 2019 les impidan participar con su carroza o que activistas, como, en el pasado, los surgidos en y tras StoneWall. que no hacen más que defender los derechos que sus socios de gobierno le niegan, les escrachen en Barcelona….
Ciudadanos, ese partido que nació socialdemócrata y se entregó rápidamente a los brazos de la ultraderecha para obtener poder institucional, a estas alturas debería entender que mercadear con 50 años de lucha por la conquista de los derechos LGTBI a cambio de sillones tiene un coste, que no sale gratis; Si ellos tiene el legítimo derecho, obtenido en las urnas , de pactar poder con los victimarios del colectivo lgtbi, los activistas,gays, lesbianas, transexuales también tienen derecho a manifestar su rechazo a sus políticas siempre con respeto y sin violencia; Se llama Libertad de Expresión.
Otra cosa es, como ya nos tiene acostumbrados Ciudadanos, que para tapar sus incongruencias y sus vergozosos pactos con la ultraderecha homófoba , se sirva del victimismo para acusar a los que piensan diferente, manipularlo políticamente y hasta denunciarlos en los tribunales con petición de cárcel …Cualquier semejanza con la realidad de hace 50 años, es pura coincidencia.
En este contexto donde los derechos LGTBI , la libertad ,la igualdad y la diversidad se usan como moneda de cambio para acceder a gobiernos, así como no fue un 8M cualquiera donde salimos a la calle miles de hombres y mujeres a reclamar igualdad, libertad ,respeto, el próximo sábado 6 de Julio no podemos ni debemos quedarnos en casa; Como ciudadanos y como seres humanos tenemos la obligación de abarrotar las calles de Madrid , este año más que nunca, a gritar alto y claro que rechazamos la involución a la que nos quieren arrastrar algunos, que una gran mayoría queremos vivir en una sociedad abierta, inclusiva, plural y diversa, que los derechos no se negocian y que nos oponemos a que una parte importante de la sociedad sea condenada a reclusión en un pub clandestino marginal o a la invisibilizacion en un guetto en la Casa de Campo…
Este sábado en la Marcha Nacional del Orgullo, Madrid tiene que explotar de rebeldía, de reivindicación de libertades y de respeto: Madrid tiene que ser un “nuevo” StoneWall.... Sin duda, es el mejor homenaje que le podemos hacer a sus precursores y a nosotros mismos! Todos y todas nos lo merecemos…. Feliz Orgullo!