La secretaria de Estado gala para asuntos europeos, Amelie De Monchalin, avisa de que “consideramos que la alianza con la extrema derecha como hemos visto en España no es una opción”. Albert Rivera debutó en política de la mano del Partido Liberal para ayudar a conseguir un gobierno de Estabilidad en España que no se apoyara en los independentistas. Las lìneas maestras de su discurso han sido siempre la "regeneración política" "apoyar un Gobierno de Estabilidad" y contribuir para "erradicar del poder a un Partido Popular corrupto". Tras las elecciones del 26 de mayo, su partido, bajo la férrea dirección personal suya, está haciendo lo contrario, dando entrada a las instituciones a la extrema derecha y colaborando a que "España NO tenga un gobierno de Estabilidad", sino todo lo contrario. Allá donde puede, se asocia con la extrema derecha, Vox, y PP para frenar gobiernos de regeneración y estabilidad del partido más votado, el Psoe. Fuentes del Eliseo apuntan a que “cualquier trabajo de fondo con la ultraderecha es muy grave y no van a tolerarlo”
El primer ministro francés, Enmanuel Macron, le ha enviado al partido de Albert Rivera un serio aviso sobre las consecuencias que tendrá la política de pactos de la formación naranja en autonomías y municipios que está aceptando negociaciones y acuerdos con la extrema derecha de Vox. Albert Rivera, allá donde puede, está negociando con la extrema derecha, y extendiendoles una alfombra roja para que entren a formar parte de las instituciones.
Es irreconocible aquel liberal Ciudadanos que venía a regenerar la democracia, a limpiar la política y a relegar a la oposición al Partido Popular en aquellos lugares donde estuviera teñido de casos de corrupción. Pues justamente está haciendo lo contrario. Contribuir a perpetuar en el poder al PP, en lugares como Castilla y León, a pesar de no ser el partido mas votado, y tener casos abiertos de corrupción, Púnica, o Murcia, o más sangrante aún, la Comunidad de Madrid, donde todos los ex presidentes populares están en la cárcel o acusados de corrupción. Rivera a cambio, consigue unos platos de lentejas, o unas consejerías o unas concejalías que a su vez, tiene que compartir con la extrema derecha de Vox, a quien facilita la entrada en las instituciones.
Sus socios europeos no entienden este comportamiento, quizá porque desconocen que Ciudadanos, en la actualidad, está en manos de un líder con personalidad adolescente, contrariado al haberse al haber sido convencido por el empresariado español de que estaba destinado a ser el siguiente presidente del Gobierno español y quiere hacer oidos sordos a los resultados de las urnas, para lo que no le ha importado, en contra del consejo de sus barones, abandonar la idea para la que vendió su imagen: la regeneración y limpieza democrática. En Europa se habla de que Rivera ha cavado su tumba. La pregunta es, "hasta cuando aguantarán esta actitud suicida sus principales barones como Luis Garicano o Javier Nart, que están actuando como escudos frente a la critica feroz de sus socios europeos del bloque liberal", escribió en Le Monde, recientemente un corresponsal europeo en Bruselas que sigue de cerca la deriva sin rumbo del español Rivera. Por otra parte, la dirigente francesa ha constatado que “se siente” muy cercana al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, del que ha dicho que es “centrista” y que “tiene prioridades para Europa que Macron comparte”. La secretaria de Estado de Asuntos Europeos, Amelie De Montchalin ha dicho que se pondrán vetos a quienes no contribuyan a frenar a la extrema derecha y además ha expresado que se siente muy próxima al presidente de Gobierno español y "sus simpatías por el liderazgo y la estabilidad en los gobiernos de Pedro Sánchez".
A pesar de que Ciudadanos se empeña en afirmar que no tiene acuerdos ni ha entablado negociaciones con Vox, lo cierto es que ya son muchos y claros los ejemplos que contradicen sus palabras. Este jueves en el Parlamento Andaluz, Ciudadanos, que comparte Ejecutivo con el Partido Popular, firmó un acuerdo con Vox para sacar adelante el Presupuesto de la Comunidad Autónoma. La formación de Albert Rivera ha aceptado la inclusión de 34 puntos impuestos por la formación ultraderechista. En ese documento se encuentra medidas como el cambio de la denominación de “violencia machista” por “violencia intrafamiliar”, negando así la lacra de la violencia contra las mujeres por el mero hecho de serlo; o la eliminación de partidas presupuestarias destinadas a la ayuda de inmigrantes.
En otros territorios como la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital, o Murcia Ciudadanos entrará en gobiernos en los que es indispensable el voto de los ultraderechistas. Y Vox ya se ha encargado de dejar claro que su apoyo no es gratis ya que se tienen que aceptar sus postulados. En algunos casos, como en el Gobierno de Madrid, están incluso presionando para formar parte del Ejecutivo autonómico.
Todos estos movimientos son vistos con mucha preocupación por los que deberían ser los socios europeos de Ciudadanos, a tal punto que Macrón, que acaba de cerrar un pacto con el presidente español Pedro Sánchez, para liderar la Unión Europa, con un bloque liberal socialdemócrata, está preocupado por la deriva y el comportamiento errático de Rivera aquí en España. Difícl de entender que todos los líderes europeos se unan para frenar el auge de la Extrema Derecha, y en España, el más joven y novato de los dirigentes liberales, haga justamente lo contrario. Este viernes ha llegado un serio aviso para los de Albert Rivera desde Francia. Allí el primer ministro galo Enmanuel Macron, líder de La República En Marcha (LREM) trabaja para integrar a las formaciones liberales europeas bajo un mismo grupo de la Eurocámara. Se trata de ‘Renovar Europa’ (Renew Europe). Este grupo sería el heredero de la denominada Alianza de Liberales y Demócratas Europos (ALDE).
Hasta ahora, Ciudadanos y LREM han mantenido una cooperación política que está ya en peligro de romperse. Fuentes del Eliseo apuntan a que “cualquier trabajo de fondo con la ultraderecha es muy grave” y no se puede ignorar que esto es lo que está ocurriendo “en el escenario autonómico y municipal español”. Para los representantes franceses “no es una anécdota” todo lo que está ocurriendo en España y avisan de que “no vamos a tener ninguna complacencia”.
En su empeño de crear un grupo que sea “progresista” y “proeuropeo”, advierten que van a pedir “coherencia” a sus futuros miembros (entre los que está Ciudadanos) por eso pondrán “líneas rojas” que no se pueden traspasar para que “no nos acusen de debilidad”. La secretaria de Estado de Asuntos Europeos, Amelie De Montchalin, ha sido incluso más contundente al afirmar que “consideramos que la alianza con la extrema derecha como hemos visto en España no es una opción”. De Montchalin ha dicho que será el nuevo grupo del Parlamento Europeo quien establezca los límites, pero tienen claro que uno de ellos será el cordón sanitario a la ultraderecha en cualquier país europeo.