El informe DESI está compuesto por cinco grandes indicadores: conectividad, capital humano, uso de internet, integración de la tecnología digital y servicios públicos digitales. Cada uno de estos indicadores, a su vez, se calcula a partir de la media ponderada de una serie de variables o subindicadores, con datos de 2018, 2017 y 2016.
España se mantiene a la cabeza de los países europeos más avanzados en materia de servicios públicos digitales. El informe de la Comisión refleja que España escala dos posiciones, hasta el cuarto puesto de la clasificación. Nuestro país destaca asimismo en el indicador de conectividad, donde mejora un puesto, hasta el 9º lugar, lo que nos sitúa por encima de la media de la UE. Esta posición se logra a pesar de que ninguna de las variables empleadas mide de forma específica el despliegue de la fibra óptica, en el que España ocupa una posición de liderazgo.
El tercero de los indicadores donde España obtiene un resultado significativo es el de integración de la tecnología digital, con el 10º puesto. En cuanto al uso de servicios de internet, España ocupa el 11º lugar, el mismo que los dos años anteriores, aunque con una subida en la puntuación. Por último, en el ámbito del capital humano nuestro país se sitúa en el puesto 17º, al igual que los dos años precedentes.
La mejora del capital humano es un objetivo preferente para el Gobierno. Promover el avance científico y tecnológico y apostar por la formación y el capital humano son dos prioridades de su hoja de ruta de reformas, la Agenda del Cambio, que busca ajustar la formación a los requerimientos del mercado laboral, en particular reforzando las habilidades digitales, científicas y tecnológicas.