Ciudadanos y Partido Popular se han reunido en Castilla y León tras unos días en los que tanto el partido socialista de Luis Tudanca, como Francisco Igea, parecía que podían llegar a entenderse para formar gobierno. No obstante, el candidato de Ciudadanos, no hacía más que endurecer las condiciones del pacto.

En concreto, Igea exigió que los populares prescindiesen de alcaldes y presidentes de diputaciones que hubiesen cumplido dos o más legislaturas en el cargo, además de comprometerse a no incluir en el gobierno al consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y al alcalde de León, Antonio Silván. Esto último, con motivo de la aparición de audios en la Operación Enredadera en la que ofrecían información y la adjudicación directa de obras sin concurso al empresario de la construcción y los medios, José Luis Ulibarri.

En mitad de todas estas exigencias, el candidato socialista, Luis Tudanca, instó al candidato de Ciudadanos a reunirse con él, decisión que Igea dejó en manos de la dirección de su partido y que aún no se ha producido.

Por su parte, Alfonso Fernández Mañueco, candidato del PP, aseguró este lunes la asimilación de “las 18 medidas de regeneración”, incluido el prescindir de los alcaldes que llevasen ocho años o más gobernando. Horas más tarde y mediante nota de prensa, aceptaban la propuesta de regeneración de Cs aunque no especificaban cuáles.

Por el momento, lo único que ha transcendido de la reunión de este martes ha sido la postura de Ciudadanos de mantener al Partido Popular como “socio preferente” y que, al no transmitir mucha confianza los recientes actos de los populares, las medidas impuestas por el candidato de Ciudadanos queden reflejadas “por escrito y en sus justos términos” para que nadie se sienta afectado ni aludido.