La investigación comenzó en marzo, cuando los cuerpos policiales advirtieron las acciones que estaban llevando a cabo varios grupos de grafiteros en diferentes localidades de Galicia, Castilla y León, Asturias y Cantabria. Además, observaron que uno de los sospechosos firmaba con el pseudónimo de "COAS", un conocido grafitero al que se le atribuyen más de 500 pintadas en la ciudad de A Coruña hasta el punto de llegar el Ayuntamiento a pedir ayuda a la fiscalía al verse incapaz de detenerlo.
Los tres grupos de grafiteros, que realizaban grafitis reiterada y sistemáticamente en trenes y vagones de Renfe de distintas localidades del norte de España, realizaban estudios previos y adoptaban fuertes medidas de seguridad, comprobando si existían vigilantes de seguridad o dispositivos técnicos de vigilancia en los lugares a los que pretendían acceder. Además, actuaban en puntos que estuvieran fuera del alcance de las cámaras de vigilancia, o durante la noche, y cuando no tenían más remedio que exponerse ocultaban su rostro con gorros o bufandas, razón por la cual ha resultado difícil su identificación.
Una vez que los investigadores lograron indenficar a todos sus miembros, crearon tres grupos policiales para llevar a cabo las detenciones en las localidades de La Coruña, León y Burgos, para lo que los agentes de la Brigada Móvil-Policía en el Transporte de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana contaron con la colaboración de agentes de la Jefatura Superior de Policía de Galicia y de las comisarías de León, Burgos y Miranda de Ebro.
Agentes de La Coruña detuvieron a dos de los investigados, uno de ellos, el que firmaba bajo el nombre de “COAS”, a los que se les imputa un total de 70 delitos de daños por un valor de 215.640 euros. Otros tres fueron detenidos en León, y un cuarto en Madrid; a éstos se les imputan 38 delitos de daños por un valor de 209.080 euros. Finalmente, los agentes de Burgos y Miranda de Ebro detuvieron a otros dos de los investigados, a los que se les imputan 20 delitos de daños por un valor de 131.496,74 euros. Esto se traduce en un total de 128 delitos de daños por un valor de 556.217 euros y 4.367 metros cuadrados afectados.
Finalmente, la investigación ha concluido con ocho detenidos. Los agentes realizaron el registro del domicilio de uno de ellos, en A Coruña, en el que hallaron diversas armas de fuego, una placa de policía simulada, grilletes y munición, entre otros efectos, motivo por el que se ha decretado su ingreso en prisión.