Enmarcada en el V centenario del fallecimiento de Leonardo Da Vinci, y comisariados por la catedrática Elisa Ruiz, la BNE ha albergado desde el 29 de noviembre los códices Madrid I y Madrid II, dos manuscritos en los que el polímata italiano dejó huella de temas como ingeniería, arte, hidráulica o mecánica.

El vestíbulo de la biblioteca ha contado durante estos meses con reconstrucciones de máquinas presentes en sus obras y uno de sus mayores proyectos: el enorme caballo diseñado para Ludovico Sforza.

Gracias a esta muestra, las visitas de la BNE se dispararon en un 20% en menos de dos meses, llegando a registrar un total de 76.685 visitantes. Además, también se formalizaron nuevas altas de carnets (2.127).

Además de la BNE, la exposición ha contado con otra sede en el Palacio de las Alhajas, comisariado por Christian Gálvez, cuyas entradas se cifraron en 66.938. Sin embargo, la participación de Gálvez en esta muestra causó numerosas críticas por parte de la asociación de historiadores de arte público, quienes criticaron los contenidos de la exposición alertando de “intrusismo profesional” de Gálvez.

Ambas muestras han contado con el apoyo de la Embajada de Italia en España, el Instituto Italiano di Cultura de Madrid, la Fundación Montemadrid, el Comune di Firenze y el Ayuntamiento de Madrid.