La Administración Pública ha anunciado que España culminó 2018 con un déficit público del 2,48% del PIB. Una disminución de 0,6 puntos porcentuales con respecto al 3,08% registrado en 2017, lo que supone una disminución de 5.921 millones de euros reduciendo el déficit un 16,5% con respecto al año anterior.

En este sentido, la cifra supone una importante mejora frente al 2,62% de déficit previsto inicialmente por el Gobierno de Pedro Sánchez. Supone una rebaja de unos 1.800 millones de euros, 0,15 puntos de PIB, motivo producido según Hacienda, como consecuencia “al proceso habitual de consultas e intercambio de información realizado con Eurostat por parte de las instituciones españolas”.

Por tipos, la Administración Central cerró 2018 con un déficit de 16.376 millones de euros, es decir, una reducción del déficit de 5.660 millones de euros, un 27,7% menos con respecto a 2017, siendo la que más ha rebajado su déficit el pasado ejercicio. Por su parte, las Comunidades Autónomas cerraron el pasado año con un déficit de 2.810 millones de euros (un 0,23% del PIB), 15 han cumplido el objetivo de déficit y 5 cerraron con superávit.

Por otro lado, la Seguridad Social acabó con un déficit de 17.088 millones (un 1,41% del PIB). Las Corporaciones Locales registraron un superávit por séptimo año consecutivo y el saldo positivo ascendió a los 6.292 millones de euros (un 0,52% del PIB).

Una vez ajustados estos datos y concluido el proceso evaluatorio de Eurostat, España cerró 2018 con una cifra de déficit que se sitúa en 29.982 millones, lo que supone el 2,48% del PIB. Un 2,47% del PIB si excluimos la deuda financiera. En este sentido, las cifras publicadas también mejoran el ratio de la deuda pública, una reducción de más de un punto (del 97,09% del PIB frente al 98,12% de 2017). Se trata de la reducción mayor desde el año 2014 manteniéndose en línea con la previsión del Gobierno.