Volver de vacaciones siempre es duro. No terminas de coger el gustillo a hacer cosas diferentes y de nuevo de vuelta a la rutina laboral. Eso en el mejor de los casos, que haya trabajo al que incorporarse. Encima este año el mal tiempo y los fuertes temporales han dejado sin el relax de un rato de playa o un paseo por el campo. ¡Duro!, Nada de relajo y los atascos en las carreteras igual que si hubiera lucido el sol. La Pascua nos trae, además, ración doble de debate electoral.
Mientras se miraba por la ventana, a ver si escampaba, para poder salir a pasear se ha montado la consabida trifulca por los debates electorales. Inexplicable pero cierto. Los debates tendrían hace tiempo que ser parte normativa del proceso electoral: ¿Cuántos?, ¿Cómo? y ¿de qué manera? El que no sea así es tan absurdo como el resultado final: dos debates consecutivos. Es simplemente tomar a los electores por imbéciles. Es una versión real y no fílmica de “el penalti más largo del mundo”. Si, eso va a ser 24 horas de debate. Como decía mi abuela si no quieres caldo toma dos tazas.
Hay preguntas que se pueden hacer el lunes y responderlas el martes. ¿Señor Sanchez va Usted a aceptar el voto de los independentistas para investirse Presidente?...Señor Casado mañana le responderé… ¿y Usted con Vox? También el martes te lo digo. En definitiva, todo puede quedar para mañana; desde que hacer con las pensiones, hasta cual va a ser la estrategia para frenar el cambio climático. Mañana es mucho más cerca que el futuro que es lo que siempre se termina prometiendo…”un futuro mejor.”
Lo lamentable es que finalmente va a ser un debate circular que terminara irritando a todo aquel que se predisponga a seguirlo con cierto interés de sacar en claro a quien otorgar definitivamente el voto. Casado intentará, desde el minuto uno, sea cual sea el tema sugerido por los moderadores, ser el más ingenioso en los juicios descalificadores que haga del enemigo directo a batir, esto es Sanchez. No puede hablar de políticas, ni de política pues sabe que el peso de la historia reciente de su partido le pesa y la suya propia no le alcanza.
Rivera será distinto, le puede esa necesidad de ser protagonista en una peli en la cual ya está convencido que inicia como actor de reparto y puede terminar como meritorio. ¡ Chungo! Es lo que tiene no haber sabido asumir su destino como partido bisagra y no haber consolidado una posición de centro capaz de pactar a izquierda o a derecha. Los que consideran que los bloques ideológicos están superados el súper debate les demostrará que no, el único refugio convincente para argumentar y defenderse es el ideológico. Ciudadanos lleva tanto tiempo mareando sobre su identidad política que esta semana estarían dispuestos en buscarla en un libro de auto ayuda en el aeropuerto.
El bloque de la izquierda tampoco lo tiene fácil, ni Sanchez puede pasarse de frenada de izquierdista, ni de moderado para ser creíble. Ni Iglesias ponerse en modo estupendo que tanto le gusta. La actitud de alternativa moderada y sensata es sin duda la mejor opción para Sanchez, parecer el partido perfecto ( en términos matrimoniales) con quien casarse los próximos cuatro años, sin embargo la referencia a Cataluña (indultos, referéndum, relatores…) será una constante donde ni Sanchez, ni Iglesias tienen fácil salida. Responder: No queda otra que una salida política y que todo acuerdo tiene renuncias. Eso argumentarlo en un par de minutos va a ser complicado. El caso es que Sanchez para salir airoso debe llevar una rotunda respuesta en la ficha, e Iglesias no cometer el terrible error de querer ser el más listo de la clase y querer enmendar al candidato socialista. Si es así la demagogia de la derecha puede resonar como una sinfonía cansina y vacía.
En cualquier caso, la única esperanza que en este debate sin fin cabe albergar, es que los respectivos coatch sean conscientes que los que no pueden ganar en ningún caso son los que no están en el debate, ni VOX ni los independentistas. Veremos.