España prohibió producir materiales con fibras de amianto en 2001, pero permitió mantener aquellos que ya estuvieran instalados hasta el final de su vida útil. La UE y el Instituto Nacional de seguridad laboral calculan que los materiales que contienen estas fibras cancerígenas tienen una vida útil de entre 30 y 50 años, un plazo que ya ha vencido para la mayoría de casas, escuelas y edificios que fueron construidos en los 80 y 90 con este material.
"Todos los tipos de amianto causan cáncer de pulmón, mesotelioma, cáncer de laringe y de ovario y asbestosis (fibrosis de los pulmones)", advierte la Organización Mundial de la Salud. Las fibras de amianto o asbesto fueron muy utilizadas en el sector de la construcción porque son ignífugas y extremadamente resistentes. En España se conocen más como uralita, en nombre de la empresa que durante décadas fabricó e instaló placas de fibrocemento --amianto con cemento, el compuesto más utilizado-- y que ha sido condenada en varias ocasiones a indemnizar a los trabajadores que contrajeron cáncer por estar expuestos al amianto.
La producción de materiales con fibras de amianto fue especialmente profusa en España en las décadas de los 80 y 90. La uralita se empleó para producir miles de aislantes térmicos, tuberías, depósitos de agua, pinturas, barnices o tejados. De hecho, está presente en las famosas placas onduladas que cubren el techo de almacenes, cobertizos, o, por ejemplo, el mercado de la Abacería en Barcelona.
La exposición a amianto es peligrosa cuando se rompe el material que lo contiene, porque permite que se liberen las fibras. No osbtante, la toxicidad también llega cuando acaba la vida útil del material, es decir, cuando puede comenzar a detoriorarse. España transcribió en 2001 la directiva para la eliminación del amianto, aprobada dos años antes, que prohibía utilizarlo para su construcción pero permitía "el uso de productos que contengan las fibras de amianto (...) hasta su eliminación o el fin de su vida útil".
Esclareciendo las cifras
Hasta hace poco no había una cifra clara en la ley sobre la vida útil de los materiales con amianto (MCA), pero en 2013, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que estimaba un período de 30 a 50 años. La resolución fue aprobada por el 91% de los diputados de la eurocámara. Las cifras eran corroboradas en 2014 por el órgano técnico en seguridad laboral en España, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), al otorgar el mismo ciclo de vida a los MCA en una guía técnica para la presencia de asbesto en hogares.
Las administraciones públicas españolas aún no han elaborado un mapeo sobre el amianto, pero se cree que puede haber unas 2,6 toneladas de amianto distribuidas por todo el país, según apuntó el catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada Alfredo Menéndez Navarro, a la Agencia EFE. EL INSST estimó en 1991 que la exposición a esta fibra causó 60.000 muertes al año en España, pero los sindicatos elevan la cifra hasta 200.000.
Es muy difícil saberlo a ciencia cierta, por lo que internacionalmente se utiliza la cifra de muertes por mesotelioma, que es un cáncer derivado específicamente de la exposición a asbesto. La Organización Mundial de la Salud estimó en 2008 que las muertes por mesotelioma entre 1994 (cuando se reconoció la enfermedad) hasta ese año fueron 92 253 muertes en 83 países.
Actualmente existen empresas especializadas en retirar materiales con amianto que se encuentran en instalaciones o en las calles y depositarlo en vertederos como el de Castellolí, cerca de Barcelona.