El consumo de alimentos no saludables, grasas, pocos cereales, sodio y azúcares provocó en el 2017 unas once millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, cánceres y diabetes de tipo 2 provocando más muertes anualmente que las causadas por tabaco
Once millones de muertes anuales estuvieron relacionadas por la ingesta de una dieta poco saludable o una mala alimentación. El elevado consumo de azúcar, carne procesada y de sal provocó que las personas desarrollaran enfermedades del corazón, cáncer y diabetes de tipo 2 representando a una de cada cinco muertes de carácter global, más muertes que las provocadas anualmente por el tabaco. La revista de The Lancet lo ha revelado en un estudio liderado por la Universidad de Washington en el que han participado más de 130 científicos de 40 países diferentes.
Este informe llamado ""Global Burden os Disease"", analiza la mortalidad en 195 países del mundo desde 1990 hasta 2017 bajo quince factores dietéticos y denuncia que las muertes se produjeron por una baja ingesta de verduras, frutas, hortalizas, cereales integrales y semillas, apenas las personas comían al día un 12% de la cantidad recomendada de estos productos. Mientras que por el contrario, se abusó de comer alimentos con un alto contenido de azúcar y alimentos con muchas grasas saturadas y sal. En un desglose de las muertes vinculadas a la dieta, de las once millones de 2017, casi 10 millones fueron por enfermedades cardiovasculares, unas 900.000 por cáncer y casi 339.000 por diabetes de tipo 2. ""Este estudio confirma que una dieta deficiente es la principal causa de muerte en el mundo por encima de cualquier otro factor de riesgo"", explica Christopher Murray, director del Instituto de Evaluación y Métricas de Salud (IHME) y diector del trabajo. ""Son hallazgos que corroboran lo que muchos habían supuesto durante años"", añade.
El número de muertes relacionadas por una dieta deficiente ha aumentado un 30% desde hace solo 27 años. Todo ello se resumen en que los malos hábitos de vida se han convertido en la mayor amenaza para la salud mundial. Según autores, los años de vida perdidos en suma le ha costado a la humanidad 255 millones de vidas en poco más de 15 años, además del aumento de enfermedades cardiovasculares y dolencias renales.
Pese a los datos negativos, España se encuentra en el ranking de países con menor mortalidad por riesgos alimenticios, superado solo por Francia e Israel. ""España tiene resultados mucho mejores que otros países, sin embargo aún hay margen de mejora"", opina Ashkan Afshin profesor dl IHME. Añade que los países mediterráneos tienen mejores datos por el mayor consumo de alimentos slaudables como frutas y verduras. Muchos investigadores reclaman cambios para reequilibrar las dietas de todo el mundo ya que muchas de las campañas de sensibilización no están funcionando. ""Hace falta una intervención integral en el sistema alimentario para promover la fabricación, distribución y consumo de alimentos saludables"", opina Afshin.
Aunque los alimentos altos en azúcar, grasas y sodio han sido el tema central de las políticas dietéticas de los gobiernos, también hay que tener en cuenta aspectos como la obesidad que genera también un elevado número de muertes a nivel mundial. ""Hay una necesidad urgente de cambiar nuestro modo de alimentarnos"", señalan los investigadores. Entre los 20 países más poblados del mundo, Egipto fue el país con una tasa más elevada de muertes por dietas poco saludables (552 por 100.000 habitantes), mientras que Japón tuvo la tasa más baja de muertes relacionadas con esta causa (97 por 100.000 habitantes).