Cada 15 de marzo se celebra el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores, iniciativa de la ONU. La fecha hace referencia al día en que, en 1962, el presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy pronunció un discurso donde se reconocía al consumidor como elemento fundamental dentro del proceso productivo.
María Luisa Carcedo, Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha acudido la mañana de este miércoles 13 de marzo al acto organizado con motivo del Día Mundial de los Derechos de los Consumidores en la sede de la Representación de la Comisión Europea en España.
Carcedo ha querido aprovechar la ocasión para pronunciar unas palabras en defensa de los derechos de las personas consumidoras, afirmando que “debe ser una prioridad para las administraciones públicas”.
La Ministra ha matizado las palabras del expresidente estadounidense, afirmando que “no sólo somos el grupo económico más grande del mercado, somos el grupo social más grande que afecta y es afectado por casi todas las decisiones, públicas y privadas, no sólo del ámbito económico, sino también del laboral, el educativo o incluso el judicial”.
Además, ha querido destacar que “las personas consumidoras son las que tienen la última palabra”, por lo que ha insistido en que “para que sus decisiones sean libres y para que se formen de manera responsable, las instituciones deben facilitar el mejor acceso a la información y al conocimiento”.
También ha querido referirse a cómo la protección a las personas consumidoras incide en la construcción “de sociedad más igualitaria y al bienestar social de la ciudadanía”.
Por otra parte, la Ministra ha destacado también los cambios que el Consejo de la UE está llevando a cabo, “orientados a reforzar los derechos de los consumidores, a proporcionarles instrumentos para ejercerlos, a obtener compensación y resarcimiento, a establecer sanciones efectivas y a actualizar la directiva de prácticas comerciales desleales para que las autoridades nacionales puedan evaluar y atajar las prácticas comerciales engañosas”.
Carcedo ha asegurado que España comparte estos y más retos que el movimiento asociativo reclama desde hace tiempo, como la definición y protección del consumidor vulnerable, el uso de determinados prefijos como servicio de atención al cliente o el reto de alcanzar una protección similar del consumidor en el conjunto del Estado, entre otros.
Con vistas al futuro, la Ministra Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha destacado que “las políticas de consumo deben evolucionar y adaptarse a la sociedad a la que sirven, para conseguir, a través del compromiso ético de los consumidores, mejorar el mundo en el que vivimos desde una perspectiva social, económica y medioambiental”.
Según ha explicado, ““las políticas que refuerzan a las personas consumidoras son fundamentales para el correcto funcionamiento del mercado único europeo. Generan confianza, condición necesaria para el desarrollo de la economía y de la riqueza”, añadiendo que son, también, “la clave para garantizar la justicia social y garantizar una sociedad más igualitaria y el bienestar social de la ciudadanía”.