Este martes, el autor ha presentado la muestra en ese punto localizado de la emblemática plaza. Mauricio Valiente, el tercer teniente de alcalde, ha acudido al acto, patrocinado por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de la capital.
50 fotos tomadas entre 2014 y 2017 que reflejan la dicotomía entre dos realidades: el Madrid actual y la ciudad que padeció el bombardeo sistemático de sus barrios en un asedio que se prolongó 850 días. Las fotos han formado parte del PHE (PHoto España) 2016 y 2017. El trabajo es un paseo fotográfico que se sumerge en la Guerra Civil española de la mano de Marquerie, que “quería sacar estas imágenes del círculo artístico para llevarlas al círculo civil y que las pudiera ver el mayor número posible de gente”. Y estar en la Plaza Mayor debe resultar un placer.
La sala de Bóvedas es, para el autor, un espacio que encaja perfectamente con la transmisión de su idea. Un lugar cercano que “ayuda a crear la burbuja de intimidad que buscaba. De hecho, las cartelas están en gris claro para que el visitante tenga que acercarse mucho y ver cada foto muy de cerca”.
DIÁLOGO ENTRE EL AYER Y EL HOY
El collage y la refotografía retratan dos caras de una misma ciudad, su capacidad de resistencia y reinvención. Marquerie, artista que sabe cómo lo quiere, se ha esmerado en hacer click desde el punto exacto y a la misma hora a la que hace 80 años lo hiciera otro autor. El contraste visual recapacita sobre la memoria, el valor histórico, social y emocional que Madrid encierra en sus rincones. “He buscado crear un diálogo entre una foto y otra”, explica. Y ya parece que la mente vuele y pueda imaginar sola. Las recientes, en formato digital, pero con objetivos de los años 40 -esa magia-.
El madrileño recuerda que “le temblaron las piernas” al fotografiar la casa de la calle Perioncely, 10, en Entrevías, inmortalizada por Robert Capa.
CINCO CAPÍTULOS
La vida, El viaje, El cascote, La guerra y La sangre: los pasos de la exposición describen la guerra: su incidencia en lo cotidiano y sus gentes atrapadas en una Madrid sitiada. Desde los primeros días del levantamiento militar en julio del 36 a las columnas de los derrotados, camino de la prisión o el campo de concentración del marzo del 39. De Vallecas a CIU, del Manzanares al barrio de Salamanca. Madrid, ¡qué bien resistes! es una oda visual a los andares de la capital, los estragos de la guerra de antaño y el saber levantarse dignamente. De esta manera: resistencia.